La francesa Stéphanie Frappart aseguró no tener una presión especial a tan solo pocas horas de dirigir la Supercopa de Europa entre el Liverpool y el Chelsea este miércoles, a la 1 p. m., lo que la convertirá en la primera árbitra a la que le encomiendan impartir justicia en un partido masculino de élite.
"Debemos demostrar física, técnica y tácticamente que somos iguales que los hombres. No tengo miedo. Nada cambia para mí”, declaró Frappart, de 35 años, un día antes del partido en Estambul entre el campeón de la Liga de Campeones y el de la Europa League la temporada pasada.
En junio se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido de la Ligue 1 francesa.
“Por supuesto, mi vida cambió porque soy más famosa en el mundo entero", declaró este martes desde Estambul, insistiendo en que el arbitraje de un partido masculino y de otro femenino es lo mismo.
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En julio, con los mismos asistentes que para el Liverpool-Chelsea, la francesa Manuela Nicolosi y la irlandesa Michelle O’Neill, Frappart, dirigieron la final del Mundial femenino.
Frank Lampard, entrenador del Chelsea, se mostró entusiasmado con el hecho de que el partido lo dirija una mujer: “Es una gran noticia, me hace muy feliz ser parte de este momento histórico".
Quiere más títulos
En cuanto al juego, Jurgen Klopp, técnico del Liverpool, aseguró seguir con ganas de ganar títulos.
Luego de tres fracasos europeos, el entrenador alemán rompió la maldición al llevarse a principios de junio su primera Liga de Campeones, la sexta de los “reds”.
“No es más que el principio”, avisó Klopp.
La ciudad turca, muy apreciada en Liverpool desde su memorable Champions del 2005 frente al AC Milan, le ofrece ahora un aperitivo, la Supercopa de Europa contra el vencedor de la Europa League y rival en la Premier League, el Chelsea.
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“Ganar la Supercopa es la prueba última. Si pasas por alto este partido quiere decir que no has ganado la final (de Champions). Es un gran partido. Seguimos con hambre. Es muy importante", aseguró Klopp.
Si el alemán no está satisfecho es porque se le han escapado cosas últimamente: el anterior campeonato, ganado por el Manchester City por un solo punto tras un frenético mano a mano, y la reciente Community Shield, perdida en los penales contra los propios “citizens”.