Billy es un muchacho de 23 años que se vino desde Moravia con su mamá, Karen Brenes,con la ilusión de conocer a Bryan Ruiz en el último día como profesional del capitán erizo, antes de su despedida del fútbol este sábado.
Salieron desde buena mañana en bus y a las 9 a.m ya estaban en el Morera Soto con el joven bien acomodado en el sector este. Luego del entrenamiento, pasado el medio día, se le cumplió su deseo, lo dejaron entrar a la gramilla y ahí pudo conversar con Bryan.
La historia de este joven estudiante de arquitectura es de suma valentía, pues la discapacidad que padece le impide caminar y tiene que andar en una silla de ruedas especial. Pero eso nunca ha impedido que cumpla sus metas, como la de conocer al Capi.
“Hace tiempo lo quería conocer y me da mucha emoción lograrlo y por fin lo hice. Me dijo que le dio mucho gusto conocerme y me agradeció por venir a verlo”, nos dijo con una sonrisa de oreja a oreja, mientras su mamá tomaba las fotos del lindo encuentro.
Billy fue uno de los fiebres que se fueron a tirar el entrenamiento a puerta abierta que el Twente ofreció a las 9 a.m. este viernes y que luego realizaron los manudos a las 11 a.m. en el que las miradas iban dirigidas a Ruiz.
Es que Bryan tuvo que ver con todos en el estadio este viernes; por ejemplo, apenas se asomó a la cancha, personeros del Twente le fueron a saludar y le dieron un detallazo, una bufanda con su cara y el logo del equipo neerlandés y una camiseta negra también con su imagen y los logos del club tulipán y de Alajuelense.
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Los aficionados, principalmente niños, coreaban su nombre y lo llamaban por un saludo y en busca de un autógrafo que algunos suertudos pescaron. Ruiz luego se fue a cambiar y ya estaba listo para entrenar, mientras los fiebres seguían con atención lo que pasaba en la cancha.
En la gradería había de todo, gente de Alajuela y otros de un poco más largo, algunos más de la cuenta, como un grupo de neerlandeses aficionados al Twente que vinieron al ver el partido de uno de sus ídolos y han asistido a cada actividad que se ha realizado.
Al final del entrenamiento, el capitán tomó un micrófono y agradeció a los aficionados su presencia, contó la nostalgia que siente al decir adiós al fútbol. Añadió que, este sábado, espera un último día lleno de muchas emociones a partir de las 4 p.m.. Cabe resaltar que todas las entradas para el juego ya están agotadas.
“Han sido meses nostálgicos y, principalmente la última semana, sabiendo que era mi última semana de entrenamientos con el grupo, mi última semana en el CAR, mi última semana en este estadio. Con nostalgia, con alegría, pero con la satisfacción de que se hizo una carrera increíble. Cerrar teniendo aquí al Twente para mí ha sido muy grato y muy especial”, dijo, posteriormente, en conferencia de prensa.
El adiós llegó para Bryan, uno en el que afirma no tiene lamentos ni nada más por cumplir,. Este sábado lo único que quiere es disfrutar.