Saprissa arrancó el Clausura femenino con un colerón de los once mil diablos por la manera cómo regaló el triunfo en el último suspiro ante Sporting, un tortón de esos que duelen en paleta.
La igualada 1-1 de este domingo tiene un sabor tan amargo como si hubiese sido una derrota, fue mucha la pulseada para llevarse lo que parecía el primer triunfo, el cual se escurrió por una fatídica jugada al minuto 93.
El gesto que llevaba en su cara la defensora saprissista Jeimy Umaña al final del partido lo decía todo, sabe que se paseó en el brete de su equipo por una desconcentración que costó dos puntos.
Umaña tenía la pecosa en la banda izquierda en su lado del campo, pero se durmió demasiado, Alejandra Montero se pellizcó, le robó el esférico y puso el centro para que Yerli Rojas cerrara sola en el puro centro del área pequeña y sacarle así un punto al Monstruo en la Saprihora, para que duela más.
Sporting estaba con diez jugadoras desde los 75 minutos, es decir, tenía todo en contra, por eso la oportunidad que le cayó del cielo al cierre la celebraron con todo el alma.
La desventura de Umaña tal vez solo la celebró doña Leticia, la mamá de Edgar y José Rodríguez, gemelos que son los entrenadores de Sporting y Saprissa, porque con la igualada podría pensar que ninguno perdió.
Con el pitazo final José y sus dirigidas sentían la lluvia que caía sobre el estadio Nicolás Masís hasta más fría, no había nada que los calentara en ese momento, ni siquiera el consuelo de una madre.
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Las palabras de la capitana morada, Carolina Venegas, quien había adelantado al Monstruo a los 78 minutos con un cabezazo en el centro del área, luego de un excelente centro de Sofía Varela, lo decían todo... la bronca era mucha, mucha.
“Sinceramente estoy muy molesta porque fue un partido muy aguerrido, Sporting vino e hizo un muy buen trabajo defensivo en el primer tiempo, nos costó muchísimo anotar ese gol y teniendo la ventaja a menos de cinco minutos para acabar el partido, viene un error nuestro.
“Es muy cansado, porque el torneo pasado sucedieron cosas parecidas y es algo que ya hemos hablado mucho. No se trata de culpar a una jugadora, es responsabilidad de todas. Si sabemos que el torneo subió tanto de nivel y es más duro, hay que asegurar, estoy tratando se respirar y calmarme. Ahorita vamos a hablar con el profe. Duele mucho”, comentó Caro apenas terminó el juego a TD Más.
Dominantes
La bronca de Venegas se da porque en efecto el partido es parecido a como ella lo explicó. Sporting, que tiene un equipo claramente más modesto que Saprissa, llegó a esperar un poco más atrás.
El plan les salía bien hasta que cayó el gol de Carolina. Antes del tanto las paveñas no habían sufrido mucho y en las ocasiones que llegó el Sapri, Gabriela Valverde estuvo muy segura en el marco.
Prueba de eso es que hasta los 36 minutos Saprissa pudo llegar por primera vez en un remate que le quedó muy incómodo a Venegas, hasta ese momento el plan de Edgar se estaba cumpliendo bien para el equipo.
Valverde se volvió la figura del juego y a los 58 le sacó un remate con sello de gol a Catalina Estrada, la jugada más peligrosa del partido, hasta el momento, la ganó Gaby.
Saprissa lucía mejor, con más dominio y hasta le perdonaron una tarjeta roja por un planchetazo feo de Kimberly Lázaro a los 65, que sacó toda la dientona, pero le perdonaron la vida.
A quien no perdonaron fue a Marianella Redondo, a los 75. A ella la echaron por un pisotón que pareció accidental, sobre Venegas, con lo que Sporting se echó más atrás.
Luego cayó el gol de Saprissa y todo parecía que se encaminaba para las moradas, hasta que sucedió todo lo que les contamos, una jugada que todavía debe doler en el camerino morado.
En un debut en el que Alajuelense y Herediano golearon, las moradas saben que no pueden dar esta clase de ventajas, algo que podría salir muy caro luego.