Cuando Mohamed Salah enfrente a Keylor Navas el próximo 26 de mayo en Kiev, durante la final de la Liga de Campeones de Europa, llegará con 16 horas sin haber comido ni papa.
Lo anterior porque la final se celebrará el sábado 26 de mayo, así que pescará al jugador musulmán en pleno Ramadán, celebración religiosa musulmana que comenzará el 15 de mayo y terminará el 14 de junio (justo cuando daría comienzo el Mundial de Rusia) y en la que sus fieles acostumbran ayunar.
Para el Real Madrid, Salah es la mayor amenaza de la final, ya que la estrella inglés del equipo ha realizado una campaña excelente y peleará frente al Lionel Messi hasta el final por la Bota de Oro, ya que se encuentra a un solo gol del argentino del Barcelona, que lleva 32 tantos en la Liga española.
El egipcio, quien ha sido nombrado mejor jugador de la Premier League, se adapta a la perfección al estilo de juego de Jürgen Klopp y tiene una habilidad innata para hacer gol partiendo desde el extremo derecho del campo.
Sin embargo, sus cualidades físicas podrían verse en cierto modo mermadas por sus creencias religiosas.
Esto no significa que no vaya a estar en condiciones de jugar, pero Salah se verá obligado a cambiar sus hábitos alimenticios durante esas fechas, ya que no podrá comer entre la salida y la puesta de sol. El ayuno estricto exigiría que tampoco beba, aunque sí le estaría permitido refrescarse.
La mayoría de los futbolistas musulmanes juegan sin que afecte a su rendimiento, pero preocupa que en una fecha tan clave en la que se exigirá el máximo de él, pueda no estar al cien por cien.
Su compañero, el español Alberto Moreno, ya ha dicho que “entrena al veinte por ciento por miedo a lesionarse”, señal de que Salah se cuida y tiene marcada en rojo la fecha de la final. Lo que está claro es que estará bajo supervisión médica en todo momento.
Hay más jugadores en las mismas.
Pero Salah no es el único futbolista musulmán del Liverpool que ayunará durante el Ramadán.
Otro futbolista determinante como es Sadio Mané, dueño del extremo izquierdo del Liverpool, también tendría que hacerlo, es decir, que el equipo inglés podría sufrir los efectos del ayuno en sus dos futbolistas de ataque más rápidos.
Emre Can, actualmente con problemas de espalda, es el otro musulmán de la plantilla, aunque es un jugador menos decisivo al ocupar la posición de mediocentro.
Para la fecha de la final, se espera que en Kiev empiece a amanecer a las 5 a. m. (hora de Ucrania) y se ponga el sol alrededor de las 20:45 p. m. (justo cuando comienza la final), es decir, que los jugadores del Liverpool no podrán comer nada desde las cinco de la mañana hasta que finalice el encuentro.
El Real Madrid también podría verse afectado por el Ramadán, aunque en menor medida, ya que Hakim Achraf también cambiaría sus hábitos alimenticios por el Ramadán, aunque el lateral marroquí quizá no será titular en la final de la Champions League.
Queda por ver si estos jugadores lo cumplen o no, ya que según Sami el Musheawi, encargado de Asuntos Culturales del Centro Cultural Islámico de Madrid, hay excepciones y una de ellas es la de viajar a más de 84 kilómetros de casa, por lo que los futbolistas podrían acogerse a esta vía de escape y no ayunar durante la final de Kiev.
Benzema dejó el ayuno
El delantero francés del Real Madrid es creyente musulmán. Aunque nació en Lyon, es de ascendencia argelina y de ahí le viene sus creencias al islam.
Hace años que ya no hace el Ramadán, y la razón fundamental fue la de poder compaginarlo con su trabajo. Benzema dejó de ayunar porque consideró que dada su profesión de futbolista era incompatible no comer y seguir rindiendo al máximo nivel.