El portero Miguel Ajú, de Puntarenas FC, se reencontró con sus compañeros de Liga Deportiva Alajuelense y, aunque tuvo buenas intervenciones, el desenlace de su noche fue agridulce por perder el encuentro.
Ajú, de 24 años, después del Apertura 2023 se fue de la manada rojinegra para jugar más y el Puerto le dio el chance a resurgir.
El guardameta, al inicio del juego ante su exequipo, destacó a punta de intervenciones y le dio dolores de cabeza a Andrés Carevic.
Pero al 44′ todo cambio, cuando Jonathan Moya hizo el único gol que marcó el triunfo erizo tras una jugada de Joel Campbell.
Tres minutos después, al 45′+2, tuvo su revancha, el central marcó penal, Joel se encargó de tirarlo y Ajú le tapó el remate. Además, cuando el árbitro pitó el final del primer tiempo sacó su casta de líder para reunirse con sus compañeros y pedirles que se pusieran las pilas.
Para el complemento la siguió pulseando, desvió un buen tiro de Michael Barrantes desde fuera del área y resolvió una equivocación en el área en su intento por despejar la bola.
Al finalizar el juego, se mostró agüevado por no dejarse los tres puntos, pero enfocado que las cosas mejorarán.
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“Gloria a Dios (por taparle el penal a Joel), pero me duele el resultado, me enfoqué más en el marcador final que en la acción del penal.
“Vine acá a trabajar, a dar mi mayor esfuerzo para seguir creciendo, agradecido con el club y la afición. El cuerpo técnico me ha tratado muy bien, la adaptación ha sido buena, llegué hace dos semanas, he dado lo mejor para estar a nivel y voy de menos a más”, comentó.
Comentó que la acción al finalizar el primer tiempo le nació por el compromiso que tiene con el equipo para evitar el descenso.
“Puntarenas se juega mucho ese torneo, estoy comprometido, atento a esas cosas y para mí no hay nada más importante que respaldarlos, vine acá a trabajar y sé que el Puerto va a ir por buen camino”, respondió.
Por eso hizo un análisis de las cosas que deben mejorar para poder dar pelea.
“Tenemos que enfocarnos en trabajar más los detalles, físicamente estamos bien, pero en la concentración tenemos que ponernos las pilas, sé la calidad de mis compañeros, los respaldo mil por mil, a como sé que ellos también me apoyan”, detalló.
Le preguntamos si mandarse a jugar en el Puerto fue una decisión correcta y con una sonrisa respondió “En mi mente sí, solo Dios lo sabe”.
Tras conversar con La Teja, Miguel fue aplaudido por la afición y sus compañeros, y jugadores de la Liga, como Joel Campbell, Celso Borges, Michael Barrantes, Guillermo Villalobos y algunos miembros del cuerpo técnico se le acercaron a abrazarlo y motivarlo a que nunca baje los brazos.