Desde que se autorizó el regreso de aficionados a los estadios de la primera división, el Deportivo Saprissa no ha podido llenar la Cueva debido a que cuenta con una orden sanitaria, en la que el Ministerio de Salud le pide una serie de mejoras a la Cueva.

En este momento, el reducto morado solo puede recibir la mitad de su capacidad, es decir, que de los 21.456 aficionados permitidos, según Unafut, se autoriza el ingreso a 11 mil.

De esos 11 mil fiebres, 8 mil son abonados o socios, por lo que para cada partido, la dirigencia puede sacar a la venta unos 3 mil boletos.

Por eso, los juegos clase A, como los clásicos se han tenido que jugar en el estadio Nacional, para recibir la mayor cantidad de aficionados posibles.

“Vamos viento en popa (con el centro deportivo), caminando, para finales de agosto inicios de setiembre se inaugurará la primera fase (dos canchas y una batería de camerinos), vamos despacio y con buena letra”.

—  Gustavo Chinchilla, gerente de Saprissa

El gerente general del club, Gustavo Chinchilla contó que, a inicios del 2020, el equipo recibió al Ministerio de Salud y al Cuerpo de Bomberos, para hacer una serie de diagnósticos en el estadio y en ese momento solicitaron una serie de mejoras a la casa de los saprissistas.

Chinchilla comentó que Bomberos hizo recomendaciones en 16 aspectos y la mayoría se han cumplido; sin embargo, el gran pendiente tiene que ver con la habilitación de salidas de emergencia, en las diferentes localidades del estadio, por eso, la Cueva funciona a media máquina.

“Había 16 criterios técnicos que se tenían que trabajar y ahora queda uno. Hemos insistido en el tema de proporcionalidad y razonabilidad, la razonabilidad tienen que ver con lo siguiente: si quiero hacer mejoras en mi negocio, pero me secuestran mi capacidad de generar ingresos, limitándome el aforo al cincuenta por ciento, ¿cómo es eso razonable?

“En cuanto a la proporcionalidad es lo siguiente: en Costa Rica se adopta una guía de diseño que genera una institución privada en Estados Unidos llamada normas NFPA (Asociación Nacional de Protección contra incendios, por sus siglas en inglés) y lo que más cuesta y por eso decimos que no es proporcional, es que nos piden cumplir con 14 torres de salida de emergencia, eso no puede costar unos $8 millones (cerca de ¢5 mil millones)”, afirmó.

Millonada

El dirigente agregó desde que se giró la orden sanitaria, se corrigieron temas relacionados a instalaciones eléctricas y eliminación de obstáculos, entre otros.

“Ahorita contamos con un sistema de gas para los puestos de alimentos y bebidas de clase mundial, en ambos lados del estadio hay dos tanques de gas, se mejoraron sistemas eléctricos, se han eliminado portones que eran obstáculos, se quitaron barandales.

“Hemos invertido cerca de $500 mil (¢333 millones, aproximadamente) y cuesta que las inversiones se vean en el estadio, pero la seguridad de los aficionados es el centro de una institución que atrae la mayor cantidad de afición del país, el que ha sido el estadio de la familia”, señaló.

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Chinchilla detalló que el estadio Saprissa cuenta con 17 salidas a la calle, pero lo que le solicita Bomberos es aumentar la cantidad de salidas dentro de las localidades del inmueble.

“En noviembre del 2020 presentamos un plan remedial, se hizo una retroalimentación, hace meses presentamos con diseños y todo, hemos tenido una serie de reuniones y estamos trabajando para poder presentar un nuevo plan remedial y con razonabilidad y proporcionalidad hacer las inversiones que siguen.

“La apertura total del estadio depende de la aprobación del plan, que se presentará antes de que finalice el año, pero si no se aprueba, lo que queda pendiente nos puede tomar un año en llevarlo a cabo”, manifestó.