A Jonathan McDonald le molestó la reacción del árbitro Henry Bejarano al verlo lleno de sangre, producto del cabezazo recibido por parte del morado Yustin Salinas, en el clásico, y por el cual será operado este martes.
McDonald dijo este lunes, en el programa de radio Corazón Manudo, que cada vez que Bejarano les pita él debe hacer un doble trabajo sicológico para controlar sus emociones.
"Es complicado porque no sé, el señor este (Bejarano) es muy complicado como árbitro, entonces a pesar de que vio sangre y de todo, él más bien me dice: 'váyase o lo boto'", en referencia a que saliera de la cancha para ser atendido por el médico de la Liga, aseguró el delantero.
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McDonald dijo sentirse impotente cuando el árbitro le dijo eso y no supo qué hacer.
"No podemos reclamar, si no decís nada te tildan de agrandado, que no le querés hablar. Es una cosa extraña en él porque todos lo hemos visto en Heredia (el año pasado) como se da la expulsión (contra McDonald, quien aparentemente no le reclamó nada y Bejarano le sacó roja directa)", lamentó el goleador Alajuelense.
El rojinegro reveló que al final del primer tiempo contra los morados sus compañeros salieron frustrados porque Bejarano los metió en su propia área pitando muchas faltas.
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"Es algo que preocupa, viendo sangre cambia su forma de pensar en contra mía y no es la primera vez que pasa con él. Hay que seguir trabajando la parte anímica y sicológica cuando él pita un juego de la Liga", mencionó.
La Liga empató a tres contra Saprissa y ahora se quedará sin Jonathan cuatro semanas, por la lesión el pómulo derecho.