Corría el minuto 97 y Saprissa estaba apenas a un par de minutos de sumar su tercera derrota al hilo y poner en serio riesgo su clasificación a la próxima ronda, pero en la hora más oportuna, Marvin Angulo se acordó de una de sus armas más importantes, el tiro libre.
Angulo es autocrítico porque hace ratillo no se le venía dando marcar de esta manera, es algo que necesitaba afinar y a lo que le había metido trabajo extra en los entrenamientos.
“Me ha costado últimamente hacer goles de tiro libre, pero últimamente estoy practicando bastante, he hablado con el profesor y sé que en términos generales puedo dar más, pero ahí voy poco a poco”, indicó el jugador.
La última vez que Marvin anotó de tiro libre fue el 12 de noviembre del 2017, cuando también la mandó a guardar en la saprihora, para vencer 2-1 a Guadalupe en un partido en el estadio Colleya Fonseca.
El número diez del Saprissa se tuvo la confianza y con mucha frialdad y un toque justo se bajó esa mala racha, además de la complicidad de una muy mal armada barrera manuda.
“Hay que tener mucha tranquilidad, por dicha en ese aspecto manejo bastante bien la tranquilidad, no es lo mismo patear un tiro libre en un entrenamiento que no hay nadie, a que el estadio esté lleno, es un gol que vale oro y es importante para que el equipo siga puntuando”, indicó Marvin.
Si bien es cierto los morados aumentaron la racha de seis partidos sin ganar, pero pellizcar el empate en el clásico en las condiciones que se dieron dejó un sabor dulce para los tibaseños.