El entrenador del Club Sport Cartaginés, Mario García, explicó de una forma muy particular los sentimientos que le despiertan el gran rival de su equipo, el Club Sport, al que enfrentará este domingo a las 11 de la mañana en el estadio Fello Meza.
García, dentro de su deportivismo y su forma de ver las cosas, tiene sentimientos positivos y negativos hacia el cuadro dirigido por el también mexicano Héctor Altamirano.
El juego reviste importancia pues no solo existe una rivalidad histórica entre dos de los equipos más antiguos del país, sino porque en la tabla de posiciones, Herediano es segundo lugar con doce unidades y Cartaginés cuarto con diez. Con el triunfo, el cuadro de la Vieja Metrópoli le pasaría al Team.
La explicación la dio este mediodía en conferencia de prensa cuando le preguntaron si era consciente de lo importante que es el juego ante los heredianos para la afición brumosa.
“Lo he entendido. Con los entrenadores hay un tema de afinidad inmediata porque ahora que fui a ver el partido Herediano contra Toluca, quería que el fútbol de Costa Rica ganara porque quiero que gane el país donde trabajo. Yo iba con Heredia y me hubiera gustado que no hubiera tenido esa expulsión y hubiera competido con el equipo completo”, dijo.
Eso pese a que en el Toluca está uno de sus pupilos más sobresalientes y al que le guarda un gran cariño, Juan Pablo Domínguez, quien incluso le regaló al entrenador, la camiseta del Toluca en el estadio Alejandro Morera Soto (donde fue el partido entre Herediano y Toluca).
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“Yo le iba a Herediano, pero eso no quiere decir que no sienta esa rivalidad, y ya la siento, y Heredia no me cae bien en lo deportivo. Lo he podido sentir en tan poco tiempo y ahora nos hemos preparado para ganar con fútbol pero trato de transmitir esa mentalidad de no tenemos que esperar a que empiece el partido para darnos cuenta que estamos en un clásico”, explicó García.
Reafirmó, como lo ha hecho otras veces, que el proyecto del Cartaginés le encanta por el compromiso que ha encontrado en el club.
“Cartaginés tiene 117 años de fútbol y garra y yo estoy en los equipos de buen fútbol y garra, aunque parezca lógico, no en todos lados quieren eso. He estado en lugares donde me dicen que no queremos exigencia, no queremos disciplina, no queremos que los jugadores crezcan. La exigencia no es fácil”, reveló.