Mariano Torres tiene claro lo que sucede en la cancha, queda ahí y lo demostró al finalizar el juego entre Cartaginés y Saprissa al hacer una acción muy particular.
Cuando los equipos estaban por irse del estadio, a unos metros de la zona mixta captamos el momento que el argentino se tomaba una foto con una chiquita, esa niña era la hija de Kevin Briceño, portero blanquiazul.
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El propio Kevin se encargó de tomarles la foto, Mariano después se acercó al guardameta, saludó a su otro hijo, se dieron unas palabras y se despidieron con un fuerte abrazo.
Torres y Briceño dentro de la cancha se llevarán guerra, pero cuando el árbitro pita el final del juego, son pura paz.