El capitán del Deportivo Saprissa, Mariano Torres, se confesó y contó detalles que pocas veces suele compartir con los medios.
El mediocampista, de 35 años, conversó de forma amena con La Teja, tomándose un mate y nos dijo quiénes son las personas más importantes de su vida, recordó sus inicios en el fútbol y cuál meta tiene pendiente con la camisa morada.
Torres es uno de los mejores extranjeros del Saprissa, con 51 goles anotados y 5 títulos locales.
- ¿En dónde nació y cómo fue su niñez?
Nací en Villa Insuperable, en Buenos Aires, siempre con una pelota de por medio, con mi hermano Sebastián, nos llevamos tres años y todos los días jugábamos a la pelota. Mi niñez fue muy feliz, familiar, siempre con mi mamá, Miriam, con mis abuelos, Carlos y Susana, en mi casa y son momentos únicos e inolvidables.
Villa Insuperable se ubica en la provincia de Buenos Aires.
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- ¿Cómo inició en el fútbol?
En el club del barrio, ahí mismo en Villa Insuperable. En Buenos Aires se juega mucho papi fútbol y bueno, estaba cerca de mi casa y me llevaron y empecé a jugar por medio de mi hermano, que es más grande que yo y empezamos, desde los 5 años empecé en ese club hasta los 12 años, que se termina el papi fútbol y luego tenés que pasar a canchas más grandes.
De ahí me llevaron a Argentinos Juniors, que me vieron jugando en mi barrio y de Argentinos Junior me llevaron al Boca Juniors.
- ¿Cómo llegó al Boca y cómo fue su paso por el club?
Se dio porque el entrenador que teníamos en Argentinos Juniors era muy famoso por la cantidad de jugadores que llegaron a primera división formados por él. Boca lo contrata y lo lleva y él nos agarra a varios y nos lleva a Boca y desde los 13 años hice mis divisiones menores en Boca y siempre le estaré agradecido porque me llevó a Boca.
- ¿Y cómo se llama ese entrenador?
Se llama Ramón Maddoni, es un entrenador muy famoso por eso, por la cantidad de chicos que formó.
- ¿Todavía conversa con él, lo visita?
Hace un tiempo que no tengo contacto con él, sé que sigue trabajando con los chicos y formando jugadores. Por medio de un amigo que habla con él me voy enterando. Hace unos días me mandaron una foto con él, porque una compañerita de mi hija del colegio tiene un hermano que está en las divisiones menores del Boca y se sacó una foto con Ramón Maddoni. Está grande, está mayor, pero siempre me alegro que esté bien.
- ¿Cuál fue su primera impresión al saber que venía para Costa Rica?
Con mucha expectativa, no conocía, la verdad, el fútbol tico y venía con mucha expectativa, sabía que venía al equipo más grande y eso me generaba gran ilusión, saber que iba a estar en el equipo más grande del país, que seguramente iba a pelear por un campeonato, que era una gran ilusión para mí y gracias a Dios las cosas han salido bien, hemos logrado varios y me siento contento de vestir esta camiseta.
- ¿Qué ha aprendido a lo largo de estos años en Costa Rica?
Muchas cosas, la verdad es que creo que llegué a la institución indicada. Muchos valores que tiene esta institución va con lo que me han inculcado y eso me dio un acercamiento, un amor más grande y eso fue muy importante para mí, para seguir acá y para quedarme mucho tiempo.
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- ¿Cuál es su principal virtud y defecto?
Mi mayor virtud, humildemente creo que es que no me conformo, creo que eso en el fútbol y en lo que sea es sumamente importante, lo que ganás, lo que hacés en el fútbol al otro día ya está, tenés que pensar en lo que viene y sobre todo en una institución como esta, que te exije cada partido, no podés jugar un partido bien y al otro relajarte.
Y defectos puedo tener un montón, seguramente tendré muchos, tal vez que soy muy cabeza dura, cuando quiero algo me ensaño.
- ¿Qué lo hace feliz?
Levantarme, venir a entrenar, saber que mi familia está bien, tener salud, eso para mí es todo. A veces, en el fútbol somos muy apasionados y creo que exageramos en muchas cosas y las pequeñas cosas a uno lo hacen feliz. El ganar, el perder, es un juego, pero no hay que tomarlo tan dramático.
Entonces es eso, levantarme, venir a entrenar, estar en el club que tanto quiero me hace feliz.
- ¿Cómo es un día en la vida de Mariano Torres?
Demasiado tranquilo, todos los días me levanto para ir a entrenar, me preparo mi mate y después del entrenamiento, almorzamos en el club con los compañeros o regreso a mi casa para almorzar y no salgo mucho.
No soy de andar mucho en la calle, la mayoría del tiempo la paso en mi casa, mirando mucho fútbol, un poco aburrida seguro para mucha gente.
- ¿Cuál ha sido su mejor gol?
No sé, la verdad me han gustado varios, me parece que no es lo mismo marcar un gol en una situación normal del campeonato que en una final o en situaciones de mucha presión, contra equipos importantes.
Hay varios, uno que convertí en Chile al Colo Colo, aquí a la Liga, al América en el Azteca, al Tigres en México y hay goles que le doy más valor por el rival, por el contexto, por la situación, por el estadio.
- ¿Cuál es su relación con Paulo César Wanchope, quien lo trajo al país?
Tengo muy buena relación con él, desde el día en que llegué no he perdido el contacto, sigo hablando, sigo cruzando mensajes con él, siempre le voy a estar agradecido porque fue la persona que me llamó para ofrecerme venir acá, con otro amigo que me llamó primero para decirme de la oportunidad y Paulo luego me llamó para traerme.
- ¿Dimensiona lo que genera en los aficionados saprissistas?
No me quiero detener mucho en eso, porque a veces uno tiende a relajarse y a vivir de las cosas que a uno le dicen, pero sí sé y entiendo que la gente me tiene mucho cariño, yo también a ellos y tal vez el día que deje de jugar al fútbol me ponga a mirar esas situaciones.
Lo tengo claro, sé que me quieren mucho y yo a ellos, pero trato de estar tranquilo para enfocarme en el día a día para seguir rindiendo.
- ¿Cómo ejerce su rol de capitán?
Con naturalidad, normal, es una gran responsabilidad llevar la cinta de esta gran institución, pero trato de usar el sentido común, que es muy importante y sin hacer grandes cosas, trato de ayudar en lo que se necesite, estar siempre a disposición de mis compañeros, cuando hay que hablar, hablar y cuando pienso que no es necesario no hablar, no hay que hacerlo.
Hay un gran grupo y hay grandes capitanes y todos son importantes, uno por llevar la cinta de capitán no debe sentirse más importante.
- ¿Cómo es su relación personal con los compañeros?
Muy bien con todos, siempre tenés más relación con unos que con otros, en cualquier trabajo es así, hay 30 jugadores, con todos me llevo bien, es un grupo muy bueno, muy unido.
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- ¿Quién es su mejor amigo en el camerino morado?
La palabra mejor amigo es muy fuerte, mis amigos los tengo en el barrio, en Argentina, fueron mis amigos de siempre, siempre hablo con ellos.
Es de lo que más extraño cuando me vengo de Argentina, de estar, de compartir con ellos, de tomar un mate, pero acá he hecho una relación muy buena con varios y al final eso es lo que queda, el fútbol se acaba, pero quedan los amigos.
- ¿Cuál ha sido el mejor técnico que ha tenido?
No sé si llamarlo mejor, pero tuve muy buenos entrenadores, desde el día en que llegué, con don Carlos (Watson), también estaba Vladimir (Quesada).
A mí Vladimir me parece un entrenador excepcional, que creo que hay que valorarlo más, porque muchas veces se valoran otras circunstancias en el fútbol y tal vez un entrenador más perfil bajo no quiere decir que no tenga ni personalidad ni la pasta para ser el entrenador de Saprissa. Me parece que es un grandísimo entrenador, que tiene las cosas claras y que sabe y repite que el fútbol es de los jugadores.
- ¿Tiene alguna cábala durante los partidos?
No, sí sé que somos cabaleros, pero no tengo algo así en especial que lo tenga que hacer, el mate siempre está conmigo, lo llevo y tomo antes de los partidos.
Las cosas pasan dentro de la cancha y hay que estar enfocados y concentrados en lo que uno tiene que hacer y esforzarse al máximo y mientras haga eso hay que quedarse tranquilo.
- ¿Lo han buscado de otros clubes en Costa Rica?
Sí, en su momento, tal vez al poco tiempo de llegado, cuando tenía que renovar contrato, como sale por todo lado que un jugador tiene que renovar contrato, te dicen allegados que hay algunas ofertas, pero siempre tuve claro que solo quería jugar acá y si no tenía que ser acá prefería buscar un club en el extranjero.
Valoro mucho y siento que estoy en la institución más grande del país y no voy a jugar ya con otra camiseta que no sea la del Saprissa.
- ¿Le hubiera gustado jugar con la Selección de Costa Rica?
Sí, me hubiese encantado representar al país dentro de la cancha, pero las situaciones no se dieron, creo que en una situación así el interés tiene que ser de ambas partes y en la Federación no mostraron interés, no se han contactado ni me han llamado.
Les agradezco a los entrenadores que han pasado y han hablado bien de mí, que sí tenían la intención, como Ronald (González) que en su momento me ha nombrado que podía ser una posibilidad, pero si no hay interés, yo traté de averiguar para nacionalizarme, pero nunca me dieron la mano.
- ¿Cuál es el momento más difícil que ha pasado?
Creo que cuando se va un familiar. A mí me tocó que se fue mi abuela cuando estaba por jugar un partido, una noche antes de jugar contra Pachuca, en la Concachampions y a mi abuelo, que se fue acá, estaba conmigo y falleció en Costa Rica.
Son momentos difíciles para cualquier ser humano, cuando fallece un ser muy querido y siempre recuerdo la fuerza que me dio la gente cuando decidí jugar y sin tanto apoyo me hubiese costado mucho más, fueron momentos difíciles.
- ¿Por qué lo marcó tanto el apoyo del club y de la afición durante la muerte de su abuelito? ¿Qué representaban sus abuelitos en su vida?
Todo, yo me crié con ellos, mi mamá tenía que salir a trabajar para darnos de comer a mi hermano y a mí y mi abuelo también salía a trabajar, era taxista, y mi abuela nos cocinaba, nos iba a buscar al colegio hasta que mi mamá y mi abuelo volvieran de trabajar.
Mi abuelo nos llevaba a los entrenamientos, nos dieron todo, nos enseñaron mucho, nos educaron de maravilla, con muchos valores, la humildad, el trabajo, el esfuerzo.
- ¿Quién es la persona más importante en su vida?
No sé, mi hija Valentina, mi mamá, mi hermano, mis abuelos, que aunque ya no los tengo conmigo son de las personas más importantes en mi vida y los amigos también.
- ¿Qué meta le falta por cumplir con Saprissa?
Lo que siempre he querido: ganar una Concacaf. Sería un sueño para mí coronar este título, que entiendo que en su momento, tal vez no fue más fácil, pero antes tenía más chance un equipo como Saprissa, pero nunca pierdo la fe y tengo la esperanza de poder competir de la mejor manera en ese nivel internacional y que se pueda dar.
- ¿Le gustaría ver su camisa en lo más alto del estadio?
Me encantaría, pero eso es otra gente quienes toman la decisión y ya verán ellos lo que piensan, pero lo que sí tengo claro es que el cariño siempre me lo voy a llevar, porque siempre me han tratado de maravilla.
- ¿Ha imaginado cómo sería una despedida?
Ahora que va quedando poco a uno se le pasan muchas cosas por la cabeza, pero tampoco quiero pensar mucho, porque si no lo ponen mal y hoy en día tengo que seguir compitiendo para poder seguir logrando objetivos y que me encantaría terminar mi carrera acá y es casi seguro que va a ser así, está claro.
- ¿Cuando finalice su carrera vivirá en Costa Rica o se irá a Argentina?
Ya lo veremos, cuando termine mi carrera veré qué decisión tomo, es una de las posibilidades, depende de la actividad que tenga después de retirarme.