La defensa Mariana Benavides llega al Deportivo Saprissa consciente de que el equipo tiene una deuda con la afición morada, la obtención de un nuevo título.
La jugadora de 27 años comentó que su incorporación al Monstruo fue inesperada, pero luego de que la contactaron conversó con algunas colegas sobre el plan que tiene la “S” para volver a obtener un campeonato y eso fue lo que la hizo inclinarse para firmar con el club morado.
“Saprissa es pionero en el fútbol femenino y parte de lo que está apostando es a volver a cosechar campeonatos. El esfuerzo por hacer fichajes, por darle condiciones al equipo femenino, igual que al masculino, me hicieron venir acá, porque siento que se están tomando el proyecto con seriedad.
“La llegada a Saprissa la tomo como un gran reto personal, de crecimiento, tanto personal como profesional y sé lo que significa el equipo. La verdad estoy muy contenta por la oportunidad”, dijo.
Crecimiento
Mariana firmó con el Sapri por todo el 2023 y agregó que el querer crecer como jugadora le ayudó al decidirse por la casa morada.
“Obviamente, conozco a la mayoría de las jugadoras, he compartido con ellas en Selección y yo siempre escuchaba lo que ellas hablaban del club y una siempre quiere mejorar.
“Sentí que necesitaba un cambio y también pensaba en lo importante que será este año que viene, que es año del Mundial (Australia - Nueva Zelanda 2023) y quiero estar en la lista y voy a trabajar para estar ahí”, afirmó.
Una de las cosas que quiere hacer Benavides es entrenar en el Centro Deportivo Roberto “Beto” Fernández, que fue otra de las cosas que le llamó la atención del club saprissista.
“Llego al club en enero para meterme de lleno, pero por las cosas que me enseñan redes sociales veo que es de alto nivel y me emociona poder prepararme en un lugar con esas condiciones”, destacó.
27 años tiene la zaguera.
La herediana recordó que se inició en el fútbol desde pequeña y a los 8 años, sus papás, Ana y José, buscaron matricularla en una escuela de fútbol, en donde pudiera potenciar sus cualidades.
“Al inicio solo éramos dos niñas y luego estuve en un equipo femenino que disputó un torneo sub-15 y todo eso me ha ayudado en mi carrera”, manifestó.
LEA MÁS: Una exjugadora del Herediano llegará a reforzar la defensa de Saprissa
Para la zaguera, el estudio no era un tema negociable y tenía que llevarlo de la mano con su carrera y, por eso, se inclinó por otra de sus pasiones, la cocina.
“Mis papás me inculcaron buenos valores y el estudio era prioridad; si no obtenía buenas notas no me dejaban jugar fútbol. Estudié cocina profesional en el 2018 y desde entonces tengo mi proyecto de venta de comida y, poco a poco, se va consolidando”, añadió.
Pasión
Mariana contó que comenzó en una universidad llevando los cursos de cocina, pero por el fútbol tuvo que dejar ese centro educativo, debido a que le chocaban los horarios. Luego cambió a una escuela de cocina, en la que pudo concluir la carrera.
“Mi página se llama Pedilo CR, se encuentra en Instagram y trabajo contra pedido. Hago lo que los clientes me pidan y me han contratado para hacer todo tipo de preparaciones, como queques, pasteles y arroces.
“Trabajo con varios días de anticipación, porque debo organizarme con los partidos y yo misma hago las entregas. Me muevo por Heredia, Alajuela o San José y siempre trato de llevar todo muy planificado”, aseguró.
La jugadora confesó que dos de los platillos que más le solicitan son el queque de zanahoria, al cual llamó su caballito de batalla, y las lasañas.
Como el fútbol y la cocina son carreras altamente demandantes, Mariana debe ser una persona muy bien organizada para no morir en el intento.
“A veces toca madrugar, porque hay que entregar pedidos temprano o terminar más tarde de la cuenta, pero siempre me organizo.
“Los fines de semana también trabajo, siempre y cuando el calendario de partidos me lo permita y, a veces, mi familia también me ayuda con las entregas”, detalló.
Crecimiento
Mariana vive en Heredia y expresó que su familia es un bastión importante para salir adelante.
“Ellos siempre están para ayudarme y me formaron disciplina y el luchar siempre por mis sueños”, dijo.
Su mundo se rodea de todo lo relacionado al fútbol y al deporte. Le encanta ir al gimnasio y cuando tiene tiempo libre lo pasa con sus papás, hermanos y chineando a sus sobrinos Marcelo, Thiago, Carlos Aarón y Sebastián.
Para la también jugadora de la Selección Nacional, el fútbol femenino ha crecido mucho; sin embargo, aún quedan pendientes.
“Antes las mismas jugadoras teníamos que lavar nuestros uniformes, ver el tema de hidratación y sacar plata para pagar una buseta. Ahora es diferente, se ha hecho un esfuerzo, pero hay que seguir mejorando, el fútbol femenino debe ser profesional, pero mientras eso pase, las jugadoras siempre queremos dar lo mejor para que este deporte crezca”, dijo.