Luis Marín: “Yo estoy trabajando en el método de Luis Marín, no el de Óscar Ramírez o Pinto”

Para verdades el tiempo. Cuando La Teja publicó el 3 de enero de este año que Luis Marín sería el nuevo técnico de la Asociación Deportiva San Carlos, ardieron las redes sociales.

La gente calificó la contratación como una pelada, decían que los Toros del Norte no clasificarían ni de chiripa a la segunda ronda y más bien peligroso que pelearan las últimas posiciones porque Marín, antes de este contrato, no dirigió ni medio partido.

Al final, San Carlos no se cayó ni nada por el estilo, mantuvo su buen rendimiento y más bien está a una victoria de amarrar el primer lugar del torneo en la fase regular, lo que le aseguraría la opción de ser finalista del Clausura 2019 si tan solo le gana a Carmelita en la última fecha este domingo.

Las dudas, los comentarios mala leche y las comparaciones con el extécnico norteño Martín Cardetti no hicieron mella en Marín, quien demostró este torneo que era más que el asistente de Óscar Ramírez o de Jorge Luis Pinto y que está dispuesto a escribir historia por su propia cuenta, aunque a cada rato lo relacionen con ellos.

"Uno siempre aprende de toda la gente y ellos son personas de las que aprendí muchísimo, pero hay momentos donde uno ya se separa y ahora trabajo en el método de Luis Marín, no en el de Óscar o Pinto, ellos no están acá conmigo viendo o analizando partidos o rivales ni nada.

“Cuando estoy trabajando y recuerdo algunas cosas que ellos hacían, las puedo aplicar si son para beneficio de uno, porque al final la idea siempre será mía; no es algo que me molesta que me vinculen con ellos, como lo he dicho, cuando tenga que hablar con ellos, lo hago sin problema, pero acá el entrenador soy yo”, indicó.

Luis ya amarró las semifinales este torneo, es decir, ya igualó lo hecho el torneo pasado por Cardetti, pero la opción de meterse a la final es un plus que le ilusiona mucho, pero no cometerá el error de hacer por menos a un rival que se juega la vida, como lo es Carmelita, por lo que se imagina un partido durísimo en el estadio Rafael Bolaños en el barrio La Plywood en Alajuela.

"Creo que si hemos ido eliminando dudas, no era fácil asumir este reto, llegué en un momento donde el club estaba bien, jugando bien, había alcanzado una semifinal, repetir o mejorar eso no era sencillo, tenía que ganarme la confianza de jugadores, dirigencia, afición, eso no es fácil, porque las comparaciones siempre van a estar.

“Cuando usted llega a un club que ha venido haciendo las cosas bien, es difícil convencer a la gente que lo que uno propone también está bien o hasta puede ser mejor. Claro que al principio hubo dudas, pero la gente ha visto el trabajo y que las cosas se han ido haciendo bien y ya muchos cambiaron su forma de pensar y están con el proyecto”, explicó Yiyo.

Marín también supo sufrir, porque en una parte de la primera vuelta su equipo tan solo sumó cuatro puntos en cinco jornadas, lo que lo hizo caer hasta el octavo puesto en la fecha ocho, pero corrigió el rumbo a tiempo y desde la jornada 11 no salen de zona de clasificación y se subió al liderato en la penúltima fecha, en el momento que más cuenta.

Bajo el calor del oportunismo de los resultados y ya viendo la situación, más de un aficionado de Alajuelense se estará preguntando si más bien los embarcados no fueron ellos por haber dejado ir a un ídolo de la casa.

Tal vez el futuro pueda reunirlos de nuevo y en algún momento Yiyo pueda volver a un banquillo del Morera Soto que ya lo conoció como asistente de Óscar Ramírez antes de que partiera a la Fedefútbol en el 2013, por pedido de Jorge Luis Pinto.

“Son comentarios que en algún momento alguien dirá en la calle y se escuchan, yo se los agradezco, pero ahorita estoy enfocado en San Carlos, un club que quiere ser grande y romper la hegemonía de los clubes grandes en el país y trabaja muy bien, eso me tiene muy motivado. Quiero hacer historia acá. Sobre el futuro nunca se puede decir que nunca, ya veremos las vueltas de la vida”, finalizó.