Luis Marín regresó al Morera Soto y sus Toros del Norte embistieron con todo al León con un 1-0 que deja más flaco de la cuenta al Luis Diego Arnáez.
Marín, llegó a su antigua casa con tan solo dos partidos en el currículum y eso le bastó para hacerle la trastada a su colega del frente que tiene años en los banquillos, pero no parece.
Anoche hubo dos caras en el partido, la de un técnico nuevo que desea hacer las cosas bien y la de otro que por más que lo intenta parece que simple y sencillamente las cosas no le quieren salir.
Porque a la Liga no es que no se le vea disposición. Pero con eso no se gana en el fútbol.
Parecido al último partido, sobre la misma gramilla, los erizos se vieron muy ansiosos, atacando sin un norte claro y chocando una y otra vez contra su mala puntería.
Por su parte, San Carlos esperó y esperó paciente a que los rojinegros se cansaran para contragolpear. Una técnica muy similar a la que usa Jorge Luis Pinto y Óscar Ramírez. ¿Por qué será?
El primer tiempo fue un poco enredado para ambos conjuntos, inclusive atropellado porque en la primera etapa hubo un montón de faltas por parte de los dos equipos.
Después de haber dejado escapar dos puntos en su último partido, en la Liga estaban ceñidos que el problema era la defensa y ¡vaya que lo sigue siendo!
Por eso debutaron al defensor hondureño Henry Figueroa, que aunque algo aportó de orden, el muchacho no puede acomodar los muebles solo.
Aunque el zaguero tampoco es un santo, porque bien bien se pudo ir expulsado en la primera mitad cuando tomó de la chema a Julián Mena y cuando el norteño cayó, el catracho se le paró encima, una falta clara que se comió el árbitro Andrey Vega.
La segunda mitad fue más de lo mismo, un Alajuelense intentando por todo lado, pero sin mucha claridad.
San Carlos reaccionó y casi abre la cuenta con un remate del recién ingresado Diego Madrigal que pegó en el poste de Patrick Pemberton.
San Carlos, luego de haber dado ese primer aviso se animó y pegó la estocada final al minuto 86 cuando ya no hay tiempo para reaccionar.
En esa lucha titánica, los Toros afilaron sus cuernos y en una embestida iniciada por Diego Madrigal, el balón llegó a “Chicharrón” González que remató mal, pero su compañero Alberth Villalobos quedó solo ante el marco y tocó el balón para batir a Pemberton a cuatro minutos del final. Justo por el brete norteño en la segunda parte.
Los manudos volvieron a tener un desastroso partido en casa y la afición se lo hizo saber con una lluvia de chiflidos tanto al cuerpo técnico y jugadores, que de seis puntos en casa solo ganaron uno..
Los norteños lograron sacar cuatro puntos de sus visitas más complicadas, un punto de la casa del Herediano en la primera jornada y estos tres de un equipo que se dice grande, pero que por ahora no lo aparenta