Vivir la Semana Santa entre misas, procesiones, recetas típicas, películas alusivas a la época y otras tradiciones es lo más normal en un lugar como Tiquicia, pero al otro lado del mundo, en un país como Israel son otros cien pesos.
Por cuatro años, Luis Marín, técnico de San Carlos, líder del torneo, pasó una Semana Santa en el único país que se declara judio y en el que la población cristiana apenas llega al 3% según las estadísticas del propio Estado israelí.
Entre el 2006 y el 2009, el profe norteño jugó en el Maccabi Netanya, equipo ubicado en la ciudad de Netanya, en la que no había una sola iglesia y menos imaginarse ver una procesión en media calle, por lo que era complicado seguir las tradiciones que toda una vida tuvo en Tiquicia.
Es en Jerusalén, la capital y ciudad más poblada de Israel, adonde se concentran las celebraciones, a veces, en medio de la pascua judía, que es lo que festejan mayormente en el país asiático. En ocasiones la pascua y la Semana Santa caen en semanas separadas.
“Era muy diferente, porque donde yo vivía no había adonde practicar eso, es un lugar lejos de Jerusalén y Nazareth, donde estaban las iglesias y los lugares representativos y sí se celebra la Semana Santa. Yo lo pasaba tranquilo en la casa, dedicado a lo mío”, indicó Marín.
¿Qué se hacían entonces quienes si creen en Jesús en esas fechas?, el entrenador nos lo explicó.
“Los judíos no creen en Jesucristo, entonces ellos no celebran nada de esto, pero quien sí lo hace, acuden a lugares santos donde estuvo Jesús, en los que hacen misas, veladas, como la iglesia de gólgota (también conocida como el Santo Sepulcro) que es adonde se dice murió Jesucristo, o en lugares de Belén donde nació él, o la iglesia de Nazareth si hay actividades, pero en sí el pueblo no lo festeja”.
A pesar de que el tema religioso es muy delicado en un lugar como Israel, Yiyo recuerda que en su época por aquel país, quienes celebraban la Semana Santa tampoco es que los perseguían o jodían mucho, más bien muchos llegan buscando conocer los lugares que han visto en tantas películas.
“A Jerusalén llega gente de todo el mundo prácticamente para esa época, se ven procesiones gigantes de un nivel muy diferente comparado a otros, yo no fui a ellas, pero son miles de miles de personas quienes asisten”, recordó.
Al volver a Tiquicia en el 2010, para jugar en su última etapa en Alajuelense, ya retomó las actividades que le han gustado siempre, como ir a las procesiones en Santa Bárbara, donde vive desde hace años, ir a misa, reflexionar y pasar con la familia y hasta comerse una que otra empanada de chiverre.
En medio de la Semana Mayor, también hace campo para las películas que solo se ven en esta época del año y nos contó cuáles son sus favoritas, las que nunca se pierde.
“Me gusta Los Diez Mandamientos, Jesús de Nazareth y Quo Vadis, esas son mis favoritas”.
La Semana Santa sin duda será un momento de reflexión, retomar fuerzas y de planeación para que Marín y los Toros del Norte acaben como líderes de la primera ronda del torneo y amarren el boleto a la gran final del Clausura 2019.