A finales de los 90, Luis Marín, Harold Wallace y Sandro Alfaro eran compañeros de equipo en Alajuelense, donde ganaron diversos títulos e hicieron una buena amistad que los condujo a trabajar juntos este año en San Carlos.
La cara visible de la felicidad norteña fue Yiyo, líder del proyecto que llevó de manera inesperada al cuadro norteño al título del Clausura 2019, pero atrás del excapitán de la selección nacional no se puede pasar por alto el trabajo de sus asistentes, el Rapero Wallace y Alfaro, recordado por tener una bazuca en su pierna zurda.
Entre las cosas que le ayudó al trío, además de los años de conocerse juntos, es que vienen de la misma escuela y ven el fútbol de igual forma. Se reconocen sin pena como pupilos de Jorge Luis Pinto, técnico colombiano con quien salieron bicampeones en los años 2002 y 2003.
Con Wallace, Marín tiene una relación de muchísimos años, porque se conocen desde que eran carajillos, además de ser compañeros en la Liga, lo fueron en la selección nacional y hasta jugaban uno al lado del otro en la cancha.
La emoción de dirigir por primera vez un cuadro de primera división los unía, por lo que el rapero aceptó unirse a su compañero cuando lo invitó a jalar con él a San Carlos en enero de este año.
“Luis conoce cómo trabajo y la personalidad mía, cuando estuvo en selección yo trabajaba en la Fedefutbol con la Sele sub veinte y ahí fue cuando en algún momento hablamos de esa posibilidad, porque él se tenía que independizar.
"Cuando tomó esa decisión me preguntó si me gustaría, que si había una buena oferta acá o afuera podía contar conmigo; cuando salió lo de San Carlos inmediatamente me dijo ‘esta es, analícela y me avisa porque creo que la voy a tomar y me gustaría que estuviera conmigo’”, recordó Wallace en una entrevista con La Teja publicada el domingo anterior.
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Luego que los dos se pusieron de acuerdo para bretear juntos, se reunieron en San Carlos con Alfaro, quien era un viejo conocido que tenía rato trabajando en la zona y con excelentes resultados en ligas menores y ya había tenido un paso por el primer equipo.
Sandro ganó la medalla de oro con el equipo de Juegos Nacionales de San Carlos, luego el torneo de Clausura con la categoría Sub-17 y posteriormente el ascenso a la división de honor en el año 2016 como auxiliar técnico de Geiner Segura, quien ahora dirige a Guadalupe FC.
Meter a Alfaro en la terna fue una decisión acertadísima, porque el hombre conocía las bases del club, además de estar alineado con el estilo de sus compas.
“Hace un tiempo, el exjugador asistió a una charla que ofreció Pinto en suelo norteño y le pidió un espacio para hacer una pasantía cuando volviera a dirigir. Reconoce que todavía aplica muchos de los conceptos que aprendió al lado de Pinto”, reportó en abril al periódico La Nación.
“Cuando Pinto llegó a Costa Rica la parte táctica no era tan buena y aún cuando yo era un jugador con muchos años en primera, me facilitó las cosas”, agregó Alfaro en aquella entrevista.
A diferencia de lo que sería técnico y sus subalternos, acá la unión de tres amigos dio los mejores resultados, con un título que quedará como uno de los más sorprendentes en la historia del fútbol nacional.