Escuchar
Luis Diego Arnáez tan solo necesitó de una semana para resucitar a Alajuelense y darle opciones de nuevo al equipo rojinegro de pulsear la cuadrangular.
Un viejo conocido de la casa agarró una brasa caliente y le devolvió el alma a un conjunto al que muchos daban por muerto.
Dos victorias consecutivas ante el Herediano son la carta de presentación del Flaco en una cuadrangular en la que admitió que prefiere ir partido a partido, pero trabajando a marchas forzada porque tiempo es lo que menos tiene.
"A La Liga la tomé cuando Herediano era puntero y con muchas posibilidades de campeonizar, pero hoy la situación es otra. La motivación es diferente, el compromiso de los jugadores ha ido cambiando y la unión del grupo es más fuerte, cerrando dos partidos seguidos ganándole al Herediano significa mucho", indicó Arnáez.
Para Luis Diego mejorar en el cierre de los partidos era algo vital, porque fue en esos periodos de tiempo en los que perdieron puntos ante Saprissa y Santos, situación que se corrigió en estos dos juegos.
"Los jugadores entendieron que los partidos son de 90 minutos, ya que el cierre en los partidos ante Santos y Saprissa no fue el indicado, pero acá (en Heredia) el cierre fue de mucha lucha y sacrificio, en eso vimos una gran diferencia", dijo el Flaco.
Arnáez comentó que el no llegó con una varita mágica al camerino manudo, ya que simplemente trató de cambiarles el chip a los jugadores, sin la necesidad de hablar mal de lo que se había hecho Nicolás Dos Santos.
"Lo primero que pensé fue en no hablar mal de mi antecesor, ya que muchos hacen eso y lo cual lo considero un error, porque si se habla mal del técnico anterior también se critica a los jugadores que uno tendrá que dirigir ahora. Ellos no lo hicieron mal, pero hay circunstancias que les impidieron no ganar los partidos. Nicolás hizo cosas buenas, no todo era malo, así que yo tenía que potenciar eso, dar mi mayor esfuerzo para que empezaran a ganar, para potenciar el trabajo del equipo y el cierre", indicó el alajuelense.
