Le salieron bravos los Toros del Norte a Saprissa y por eso hubo una buena corrida en la Cueva.
El Monstruo apenas y pudo sacar un empate (1-1) jugando de local el primer duelo de la final en la segunda fase del Clausura 2019 y ahora deberá irse a jugar la vida el miércoles (8p.m.) al estadio Carlos Ugalde Álvarez.
Dicen unos dichos taurinos que “una cosa es lidiar con el toro y otra hablar de él” o que “llamar al toro desde la barrera lo hace cualquiera”, por eso para los saprissistas fue fácil hablar que estudiaron al rival, pero cuando lo tuvieron al frente recibieron una corneada que los deja en desventaja para la vuelta.
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El cuadro de Wálter “Paté” Centeno se topó con un equipo con hambre de campeonatos. Ni siquiera las dos horas de espera por el aguacero bajonearon a los visitantes que aguantaron como los grandes los ataques monstruosos.
La mejenga arrancó a las 6 p.m. por el baldazo que cayó en Tibás. Los drenajes no pudieron con tanta agua y hubo que darles chance para ver la acción.
Por poco entra a la historia de finales suspendidas por clima, como la del Verano 2008 entre Alajuelense y la S en el Alejandro Morera Soto, este fue el famoso partido de las lombrices en la cancha rojinegra.
Incluso, en la Cueva los equipos tuvieron tres salidas en falso. El árbitro central, Adrián Chinchilla, los mandaba a calentar y al final para nada porque la gramilla no estaba en condiciones, pues la pecosa no rodaba nada por los charcos.
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Por fin arrancó
Gracias a Dios el agua dio chance de iniciar el partido y los equipos no defraudaron, la espera de los miles de aficionados en suelo tibaseño valió la pena.
Apenas al minuto dos, los de casa hubieran podido sacudirse el agua celebrando, pero Johan Venegas perdonó, pateó de derecha tras un gran servicio de Mariano Torres, el balón por centímetros salió al saque de puerta.
Tremendo susto pegó un poco de neblina que se asomó al Ricardo Saprissa Aymá, pintaba para no dejar seguir el partido, pero para suerte del fútbol no pasó a más.
Fue bastante peleado el primer tiempo, pero los equipos al llegar a las áreas no encontraban por dónde vencer a Marco Madrigal o a Alejandro Gómez.
Esto hasta que el reloj marcó el minuto 42, en ese momento los defensores morados se hicieron un mosquero frente al área y Juan Gabriel Guzmán, en su afán por tocársela a un compañero, se la puso en bandeja de plata a Marco Julián Mena que se fue solo y enfrentó a Gómez, cuando el portero saprissista le achicó, se la tocó de zurda para sacudir las redes con el 1-0.
Michael Barrantes pudo frenarlo, pero le dio miedo hacer penal y lo dejó pasar muy fácil.
Una pesadilla para Saprissa porque ese gol de visita podría darle el título a los norteños en caso de quedar cero a cero en Ciudad Quesada, ahora viajarán obligados a al menos anotar una vez en la zona norte. Un 1-1 obligaría al alargue, un 2-2 o un empate por más goles clasificaría al Monstruo.
Paté y sus cambios salvadores
En la segunda parte Centeno sabía que tenía que jugársela porque perdiendo este primer partido era mucho peor para la vuelta.
Rápidamente, al 53′, metió al catracho Rubilio Castillo, mandó a la banca a Juan Gabriel y además se sacó un as de la manga metiendo a Suhander Zúñiga que casi no ha participado en el torneo.
Con el delantero hondureño la pegó bonito. Rubi no solo ayudó adelante sino que defendió muy bien, en una ocasión le metió el pie a una bola que iba directo al marco.
La confirmación de que fue un excelente cambio llegó al minuto 63, Castillo estaba en el área en un tiro de esquina que cobró Marvin Angulo y, como se le había escapado a Rudy Dawson, cabeceó solo marcando de gran manera el 1-1.
Era el momento de apretar, por eso Castillo celebró poco y prefirió ir por la bola y llevarla al centro para jugar rápido.
De hecho el atacante catracho fue una pesadilla para Dawson, pero para suerte del sancarleño no volvió a anotar.
Saprissa no pudo aprovechar el momento anímico, mientras San Carlos sacaba agua del bote y esperaba el ansiado pitazo final para llevarse un puntito que podría ser de oro.