Los lunes de piques en el parque Viva, en La Guácima de Alajuela, eran los días favoritos para los amantes de los carros, la velocidad y los motores, quienes se daban cita cada inicio de semana para sentir la adrenalina de la velocidad corriendo por sus venas.
Lamentablemente, al igual que muchas actividades, la pandemia le puso una pausa a esta veloz tradición durante casi tres años, pero para alegría de sus fanáticos volvió con toda su fuerza en este 2023, metiendo el gas a fondo.
Las bellas noches en La Guácima son, además, el complemento perfecto para que los adictos a la velocidad puedan picar de manera legal, en un lugar seguro, con todas las precauciones y medidas del caso para pasar un rato lleno de adrenalina y diversión.
La oferta es sencilla, usted llega a partir de las 7 p.m., al Parque Viva, paga los tres rojitos y medio de la entrada y allí podrá disfrutar de la velocidad hasta las 11 p.m., en el Circuito Go Rigo Go y de feria con parqueo gratis. En el Facebook “Noches de Piques” puede seguir todos los detalles.
Al entrar usted se acomoda dependiendo de sus planes, ya sea que llegue solo como espectador o que vaya a picar. Los más rápidos de la noche generalmente salen premiados, así que póngase las pilas.
Otro punto que conquista desde la entrada es el ambiente familiar y sano que impera en el lugar, en el Circuito se venden comidas y bebidas, pero no alcohólicas y jamás de los jamases se le permite a nadie correr con tragos encima, eso que ni se les cruce por la mente.
Este lunes nos dimos una vuelta por el Parque Viva y los fiebres nos contaron lo felices que estaban con el regreso de los piques.
“Vine con unos amigos y los chiquitines para que vivan la experiencia de los piques, lo tengan presente y lo disfruten. Nos gustan bastante los autos, siempre veníamos y la idea es que los chiquillos también disfruten las competencias”, nos dijo Francisco Jiménez, uno de los fiebres.
“A ellos les encanta y por eso vinimos. Me parece superbién que los piques hayan vuelto, que se comparta acá entre todos sanamente, el ambiente me parece muy chiva y familiar para traer a los hijos un rato y compartir”, destacó Jorge González, quien vive en La Guácima.
En la gradería sur del Circuito, el sonido de los motores atrapa, pero los fiebres que se posan del lado de los pits con sus vehículos en el sector norte viven otra experiencia.
Allí no es solo ver a los carros picar, sino también admirar muchos de los chuzos que están estacionados y entre desconocidos en muchos casos se ponen a hablar sobre sus naves.
En el gentío de este lunes nos topamos a Daniel Rodríguez, quien volvió al Circuito luego de ocho o nueve años lejos y quedó muy contento con lo que observó.
“Volvimos a curiosear cómo está el evento y quedamos muy contentos, superbién organizado, todo está bien bonito. Es un deporte que aunque no se apoye mucho es muy lindo, si las personas dejan de venir acá al Parque Viva, la demanda se pierde y por eso superinvitados a todos para que vengan”.
“El lugar es superseguro, muy iluminado, lindísimo para venir en familia, pero puede venir hasta solo porque ahí usted siempre tiene con quién hablar”, comentó.
Cada lunes, mientras el clima lo permita, los picones están esperando que les den el banderazo en un evento que, además, está lleno de color e historias muy singulares, las cuales les traeremos acá cada semana, así que atentos.