Limón volvió a celebrar con alegría cada pepino que marca en el torneo y de esa forma logró alejar las multas que impone la Unafut cuando los jugadores se abrazan al anotar un gol.
Debido al covid-19 los jugadores tienen prohibido abrazarse al celebrar un gol, si lo hacen le recetan al equipo un multón de medio millón.
El cuadro del Atlántico fue el primer equipo multado por esa acción, en mayo, en un partido ante Universitarios del torneo pasado.
Después de la anotación de Guillermo Brooks a los jugadores limonenses se les olvidó el protocolo y se fueron a abrazar al anotador, a quien le costó mucho llegar a la primera división y sus compañeros se alegraron a tal punto que cometieron esa falta. Dentro de todas las dificultades del muchacho, se sumaba que había perdido a su señora madre tiempo atrás.
Desde ese entonces, Limón no ha vuelto a ser multado por abrazos al festejar un pepino.
Ahora, cada gol de Limón está lleno de alegría, pues quisieron volver a las raíces del equipo cuando en los noventa, Reyner Robinson, Kurt Bernard y otros usaban la creatividad y sabor caribeño para celebrar los goles.
Además, los festejos tienen un poquito de fe, pues algunos de los bailes están inspirados en canciones religiosas.
“Aquella vez (cuando los sancionaron) nos reunieron y nos dijeron que teníamos que respetar las reglas, que no celebremos de esa forma y entonces dijimos que tratáramos de festejar de alguna forma que identifique a Limón”, contó el delantero Yuaycell Wright.
El torneo anterior terminó con festejos sencillos y sin más multas, cuando inició el torneo actual los jugadores se empeñaron en respetar las normas sanitarias, pero sin opacar la alegría del gol.
“Queremos volver a lo que era el Limón de antes, recuerdo a Kurt Bernard celebrando de diferentes maneras y quisimos volver a esa alegría y ahora que se nos dan las cosas lo aprovechamos”, añadió Yuaycell.
El lateral derecho de la Tromba, Luis Pérez, dijo que es más fácil olvidar un abrazo cuando el grupo hace una celebración creativa.
“Vemos un video, la celebración de un jugador, algo que nos llame la atención y lo hacemos, es para darle más alegría al futbol”, dijo Pérez.
Jaycel confesó que el baile que más disfrutó fue cuando le anotaron a Jicaral porque involucraron a Dios.
“Representa una canción, creo que se llama Jerusalema dance, que viene de un asunto más religioso porque pudimos meter a Dios en la celebración. Estamos tratando de poner siempre a Dios de primero, al menos, en mi caso es el norte de mi vida”, dijo goleador caribeño.
Pérez agregó que la canción es religiosa, no tanto así el baile, pero dice que siempre Dios está en el equipo.
“Cuando hacemos el grito de guerra primero rezamos, primero es Dios, después es Limón, así es el equipo”, aseguró Luis.
Añadió que en el gol ante Sporting la celebración es una copia de un festejo que un jugador jamaiquino hizo y ellos le replicaron.