Sin usar la maquinaria a su máxima potencia, el partido de la fecha 17 fue muy tranquilo para la Liga Deportiva Alajuelense, que goleó 3-0 a un San Carlos irreconocible.
Los visitantes no jugaron a nada: sin alma, sin energía y sin aquellos potentes cuernos que los hicieron campeones nacionales hace dos campañas.
Es difícil aceptar a un excampeón nacional jugando sin mentalidad de ganador.
La visita arrancó con un 4-4-2 que duró 23 minutos en oxidarse.
Alajuelense también jugó con el mismo sistema, pero empujó sus líneas al frente, tanto así que el defensor Adolfo Machado hasta se permitió unos lujitos, como irse hasta la media cancha porque el rival regaló más de 50 metros del terreno de juego.
El primer tiempo fue un perfecto juego del gato y el ratón, los manudos asfixiando y los Toros del norte bien mucos, o sea, unos toros sin cachos, sin nada con qué hacer daño, porque sus cornamentas, que tenían que ser Julio Cruz y Esteban Ramírez, jamás recibieron un buen balón y más bien se convirtieron en dos hombres menos.
Llegó el primer y lógico gol de la Liga a los 23 minutos.
Lógico porque fue la recompensa ideal para el único que apostaba a la ofensiva.
Tiro de esquina cobrado por Ariel Lássiter, desde el sector derecho y Jonathan Moya agradeció con su cabeza el regalo de la defensa sancarleña que lo dejó solito, en el puro corazón del área pequeña, ese espacio que debe ser dominio total del portero (en este caso Kevin Chamorro) y así se firmó el 1-0.
No pasó nada diferente después del pepino manudo: San Carlos especulando amargamente al error del rival y pidiéndole a la divina providencia un error de la Liga para poder encontrar el marco defendido por Leonel Moreira.
Sin embargo, por tanto esperar un error del rival, terminaron cometiéndolo ellos.
A los 40 minutos Rudy Dawson, quien era último hombre, a unos 8 metros antes de la media cancha, trató de rechazar, pero pifió y se hizo un arrollado buenísimo.
Allen Guevara, que lo estaba presionando, ganó el duelo, se fue solito con la pecosa y antes de entrar al área pequeña tocó suavecito, rastrero y bien pegado al primer palo para el 2-0.
¿Para qué arriesgar?
Un verdadero paseo fue el segundo tiempo para la Liga, que sí buscó el gol, pero sin agitarse mucho... porque el rival se lo permitió.
Los Toros del Norte siguieron esperando un error salvador o un balón perdido que quedara en piernas de sus delanteros con buena ventaja, algo que no es muy frecuente en esta Liga, que tiene 9 meses de no perder en su estadio.
El 3-0, a los 62 minutos, confirmó que Allen Guevara se jaló un partidazo, con gol y dos asistencias.
La química que hay entre Guevara y Moya es total, pues en el tercer gol liguista Guevara avanzó 15 metros y con el balón pegado al pie, logró comprender el pique que le hizo Moya y le puso un bombón a un Moyita que ya dentro del área tocó perfecto y rastrero hacia la izquierda para vencer a Chamorro y celebrar el doblete.
Con este resultado la Liga alcanza 35 puntos y siguen firme en la segunda posición de la tabla.
El próximo miércoles, en la fecha 18, visita a Grecia (3 p. m.) y San Carlos, que se estanca con 20 puntos en la posición 7, espera en su Carlos Ugalde al Santos (5:30 p. m.).