EscucharLos dificultades de Alajuelense podrían solucionarse con un Horacio Esquivel en el banquillo o alguien como él que sea capaz de solucionar los problemas que enfrenta dentro del terreno de juego de forma eficaz y eficiente.
Tras dos derrotas consecutivas, la afición rojinegra se le ha ido al cuerpo a Nicolás Dos Santos, ya que consideran que su inexperiencia en el banquillo le ha pasado factura, especialmente porque no ha podido aguantar resultados que tenía a su favor ante Grecia (3-2) y Limón (2-1).
Los constantes errores en defensa de Cristopher Meneses también parece que afectan a Dos Santos, quien al parecer no tiene alternativas en el banquillo para banquearlo o meterle presión con un jugador que pueda pelear el puesto.
En Alajuelense, no todo es malo porque por algo tienen a los dos goleadores del torneo, Jonathan McDonald con 10 pepinos y Róger Rojas (9), lo que le permite ser el equipo más goleador del clausura, pero la falta de experiencia en el banquillo está golpeando fuerte a los manudos, quienes han visto como Herediano les saca distancia en la tabla de clasificación.
Todo lo contrario sucede con Esquivel, quien pese a que en cada torneo le desmantelan el plantel y tiene que ver de dónde agarra jugadores para dar pelea en el torneo, siempre se las arreglar para trabajar con lo que tiene y poner a sufrir a los grandes.
Este domingo, Horacio demostró su colmillo y le sacó el jugo a las debilidades del rival, todo lo contrario a lo que hizo Nicolás. Esquivel le dio una lección de táctica y estrategia a su colega, ya que ganó el partido sin utilizar delanteros, un sistema poco usual.
La Tromba salió con puros mediocampistas, ya que alinéo a Alexander Espinoza, Greivin Méndez, Kareem McLean, Johnny Gordon, Marvin Esquivel y el venezolano Víctor Pérez. El resto del equipo eran el portero y los cuatro defensores.
"Al rival se le analiza desde mucho tiempo antes, pero durante el juego vimos algunos aspectos en los que fallaba la Liga. La entrada de Jefferson Brenes nos dio lo que necesitábamos en ese momento porque vimos que ellos tenían un jugador lento en la media y por eso estaba seguro que él lo iba dejar atrás cuando se enfrentaran, tal y como sucedió", dijo el técnico caribeño.
Horacio respeta a su colega Nicolás, por lo que prefiere no hablar de los problemas manudos, ya que a él le toca solucionar sus propios broncas para cada mejenga, como en esta oportunidad que tenía a cinco jugadores lesionados, de una planilla de 23.
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"Por aspectos de ética no quisiera hablar de la Liga y tampoco del colega. Ellos tienen su técnico y él mejor que nadie podrá dar este tipo de explicaciones (por qué no encuentran soluciones en algunos puestos si disponen de planillas más grandes). A mí lo que me interesa es hablar de mi equipo", señaló.
Esquivel dejó claro cuáles son las claves para que la Tromba logré mantener su identidad de juego, pese a todas las dificultades que viven a diario.
"La actitud de los jugadores es fundamental, ya que siempre están dispuestos a trabajar fuerte. Ellos saben que si están conmigo y algún compañero se lesiona o es suspendido tienen que estar preparados para actuar porque son iguales o mejores que el otro.
"El jugador limonense tiene talento y ganas de trabajar, por lo que yo procuro explotar esas dos cualidades. Les he enseñado que el equipo son todos y que es fundamental que todos tengan un nivel muy parecido para que el equipo funcione bien", agregó.
La mala noticia para los liguistas, es que Horario considera que la astucia para hacer cambios se adquiere con la experiencia, por lo que necesitarán llevar más palo con un técnico que apenas está empezando.
"En mi caso me ha ayudado mucho ver decenas de partidos de fútbol por semana, me siento frente al televisor con libreta en mano a repasar los juegos, ante la impotencia o limitación de salir a estudiar al extranjero. No me puedo quedar cruzado de brazos. Veo fútbol europeo y analizo cuando atacan a un equipo y lo que hace para repeler ese ataque, eso me ha servido mucho", comentó con humildad.
