El histórico club Bury fue expulsado este martes de la Liga de Fútbol de Inglaterra (English Football League, EFL), una situación que no se vivía en este país desde hace más de 25 años.

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El dos veces ganador de la FA Cup, que hace apenas un par de meses festejaba el ascenso a la tercera división, perdió toda esperanza de salvarse cuando una última posibilidad de venta se desvaneció antes del plazo establecido.

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Fundado en 1885, hace 134 años, el club del noroeste de Inglaterra es el primero en ser expulsado de la liga -que incluye a las divisiones debajo de la Premier League- desde el Maidstone United en 1992.

Por su lado, el Bolton, histórico rival de Bury y uno de los fundadores de la Football League, que se encuentra en concurso de acreedores desde mayo de este año, ganó algo de tiempo este martes al obtener 14 días más para encontrar un comprador.

Para Bury, en cambio, no hubo salvación y termina así una trayectoria de más de 100 años en la Football League y dio a conocer a jugadores como Colin Bell, quien destacó en Manchester City y el equipo nacional de Inglaterra.

“Sin dudas es uno de los días más oscuros de la historia reciente de la liga", afirmó la presidenta de la EFL, Debbie Jevans.

¿Cómo llegó hasta ahí?

El Bury fue comprado el 11 de diciembre del 2018 por un supuesto hombre de negocios llamado Steve Dale por un millón de libras (más de ¢706 millones).

Su idea era sanear las cuentas y ayudar al club a ascender a la tercera división, algo que logró, no obstante, empezaron los problemas financieros, al punto que jugadores y administrativos no cobraban salario desde hace 6 meses.

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Luego Dale salió diciendo que tenía una leucemia incurable y otra enfermedad que le impedía salir de la casa, pero que igual intentaba sacar adelante al equipo centenario.

De hecho, la presidente del Bury, Joy Hart, tomó medidas extremas y protestó encadenándose a las puertas del club, mientras algunos aficionados llevaron un ataúd la semana pasada escenificando el triste final vivido este martes.

La crisis del equipo era tal que por acogerse a un sistema para pagar solo parte de las deudas, había sido sancionado con doce puntos menos al inicio de la temporada y en planilla únicamente contaba con ocho futbolistas y sin chance de poder contratar más.

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Ni las siete mil firmas recogidas por los aficionados implorando a Dale que vendiera al equipo a una persona o empresa que sí le pudiera hacer frente a las deudas alcanzó, puesto que él no estuvo de acuerdo.