El proyecto de ley que castiga la violencia y el racismo en el deporte dio este martes un paso importante luego de ser aprobado en primer debate con el voto a favor de 46 diputados.
Esta ley pretende no solo sacar a estos grupos de los estadios, sino evitar que hagan problemas o destrozos en las zonas cercanas, una situación que suele ser bastante frecuente cuando barras bravas visitan las comunidades.
El proyecto establece la eliminación de los espacios para las barras dentro de los estadios, situación que los clubes deberán acatar porque de lo contrario serían sancionados.
“Existe suficiente evidencia para entender que el país debe dar un paso hacia adelante y legislar contra la violencia y el racismo en el deporte.
“Esto debe detenerse cuanto antes, para que cuando podamos asistir de nuevo a los escenarios deportivos, podamos ejercer un control más preciso de los casos, involucrar de manera más integrada a las instituciones que tienen relación con el tema y establecer sanciones y multas”, explicó la diputada María José Corrales, del Partido Liberación Nacional, quien apadrinó el proyecto en este periodo.
A través del Sistema de Información para la Seguridad en Eventos Deportivos (Sised), el Ministerio de Seguridad Pública y la Comisión Nacional de Seguridad llevarán un registro de eventuales actos de violencia y racismo en el deporte para tener vigilados a los infractores.
Las prevenciones y sanciones aplicarán para personas mayores de edad que comentan este tipo de actos tres horas antes, durante y tres después del evento deportivo. También rige en un perímetro de cinco kilómetros del recinto.
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Las sanciones
La ley que se votó en primer debate explica de manera muy clara cuáles serían las sanciones, tanto para los infractores como para aquellos que se hagan los majes y no la hagan cumplir, sean personas u organizaciones.
“Si las agrupaciones deportivas no acatan la ley serán sancionadas con la clausura temporal del recinto deportivo hasta por 5 jornadas o hasta inhabilitar por una temporada completa la organización de eventos.
“Si las dirigencias de los equipos permiten o perpetúan estos actos, se exponen a sanciones de 5 a 10 salarios base”, explica sobre el caso de las barras, violencia y racismo en estadios.
En el caso de las personas, la ley se puede aplicar a un deportista, un árbitro o hasta a un aficionado que cometa un acto violento o de racismo.
“Si es el atleta, árbitro o un juez deportivo quien comete el acto se expone a una sanción de 1 a 4 años del retiro temporal de la licencia o hasta su retiro definitivo si es reincidente.
“Si es deporte profesional se impone una multa de 10 a 20 salarios base para las agrupaciones, árbitros o administradores. Si es deporte aficionado, las sanciones económicas serán de 5 a 10 salarios base.
“Si es socio de una agrupación deportiva, podrá perder tal condición de manera definitiva”, dice la ley.
O sea, cuando los estadios se reabran ya no todos serán bienvenidos y malas actitudes como la violencia y el racismo recibirán tarjeta roja.