Diego Zúñiga, jugador de la selección nacional de futsal, vivió meses de incertidumbre y por un momento dudó si sería convocado para el mundial que inicia este domingo en Lituania.
Costa Rica debutará en la cita mundialista a las 9 de la mañana, hora tica, contra la selección de Kazajistán. El encuentro será transmitido por canal 7.
Al experimentado volante --o ala--, de 31 años, le operaron la rodilla derecha el 24 de mayo de este año, pero como se recuperó en menos de cuatro meses, pudo incorporarse al equipo patrio.
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Gracias al procedimiento al que fue sometido, Zúñiga fue recuperando la movilidad de la rodilla y ya se mueve mejor dentro de la cancha. Su operación marcó un antes y un después en su vida.
“Hay que tener fe”
Karolina Romero, esposa del experimentado jugador contó que desde diciembre del año pasado Diego comenzó con las molestias en la rodilla y casi cuatro meses después pidió ser revisado a profundidad, pues el dolor era insoportable.
“Al inicio era una leve molestia y como por la pandemia no se podía jugar, solo entrenar, el dolor era manejable, pero conforme pasaba el tiempo, no aguantaba la rodilla. Le costaba dormir y después de meses, el médico de la federación le recomendó la cirugía.
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“En el Hospital Metropolitano le dijeron que lo que tenía era un desgaste en la rodilla y que había poco que hacer. Y es que Diego juega desde los ocho años, pero afortunadamente le lograron hacer un raspado y ahora está mejor, porque antes ni con el medicamento se le quitaba el dolor”, contó Romero.
Karolina recordó que luego de la operación su esposo estaba molesto y angustiado, porque temía no estar listo a tiempo.
“Yo le decía que siguiera adelante con la recuperación, que tuviera fe, Diego es una persona que no se rinde fácilmente, pero a veces lo veía decaído, agüevado, pero también recordaba que debía mantenerse en pie de lucha”, dijo.
La pulsea. Además de jugar futsala, Diego tiene una empresa en la que importa productos de Estados Unidos, se llama Zuca Logistics y le puede contactar al 7275-0586.
Días antes de darse a conocer la lista de jugadores que irían al mundial, la incertidumbre aumentaba y por ratos perdía la esperanza de ser convocado.
“Inicialmente la lista se daría a conocer miércoles, pero al final la presentaron el jueves. Él me decía: ‘creo que no estaré en la lista’ y yo le insistía en que tuviera fe. A eso de las diez de la mañana publicaron la lista y estábamos sentados viendo la información y a él se le salieron las lágrimas y yo me alegré por él, porque le ha puesto para recuperarse”, manifestó.
Linda familia
Romero y Diego están casados desde hace casi tres años y tienen un hija, Alanna, de dos añitos por lo que ellas dos, junto a la familia, han acompañado al jugador de Hatillo en este proceso.
“Estuvimos separados un tiempo, porque él jugaba en Estados Unidos, con el equipo de Utica y entonces el embarazo y lo primeros meses de Alanna los pasé sola.
“Nuestra relación mejoró mucho cuando nació la bebé, porque antes él era primero él, su fútbol y todo y con la llegada de Alanna se volvió más sensible y ambos hemos puesto de nuestra parte para tener una buena relación”, explicó.
Karolina reconoció que Diego es un excelente esposo y sobre todo un mejor papá y que pese a que hace un mes están alejados por el mundial, no hay un día en que no pase pendiente de las mujeres de su vida.
“Siempre está atento a lo que necesitamos, es muy cariñoso con la pulga (así llaman a la bebita). Ahorita tiene gripe (Alanna) y me pide que le mande videos para verla, me pregunta si tengo todo lo que ella necesita, como leche y pañales y es muy detallista”, expresó.
31 años tiene el jugador.
La orgullosa esposa trabaja en el hospital Calderón Guardia como secretaria y este domingo sale a las 6 de la mañana del trabajo, por lo que llegará a su casa a dormir un poco para, antes de las 9 a. m., estar más que despierta para ver a la selección.
“Hoy (sábado) hablé con él y me dijo que está nervioso, ansioso, porque cree que este puede ser su último mundial.
“Ahorita estoy pensando en qué ponerle el domingo para motivarlo, quiero desearle lo mejor y este deporte nos ha unido mucho, nos ha hecho más tolerantes, porque yo no era aficionada al fútbol y se siente bonito que tu pareja represente al país”.