“No me quiero ilusionar, pero es que...”, es una frase que cualquier aficionado rojinegro siente hoy por hoy. La razón tal vez le dice una cosa, pero el corazón cada vez se impone con más fuerza para ilusionarse.

¿Y cómo no hacerlo? Con la victoria de anoche ante Grecia la Liga está a solo dos puntos de zona de clasificación y con un juego menos, claro, es contra el Herediano.

Los manudos viven el día a día, con la incertidumbre de qué pasará mañana, claros que lo que pasó en el partido pasado, no necesariamente se repetirá en la mejenga siguiente, como sucedió este lunes ante Grecia cuando sacó una victoria sufridísima por 1-0, en la que le costó muchísimo, pero sacó la tarea.

La Liga lo intentó por todo lado, unas veces con buen fútbol, otras a puro corazón, la afición debió sufrir por 81 minutos y en una jugada de viveza, un tiro libre ensayado logró sorprender a Grecia para hacer diferencia.

Alex López cobró un tiro libre y con un toquecito metió el balón al área, Allan Miranda, intentó dominar la pecosa y para dicha de los manudos no pudo, la bola le rebotó y le cayó a Ariel Lassiter, quien a como pudo remató, un griego se barrió para intentar despejar, pero más bien se la desvió a Adonis y se metió por el centro del arco.

Fue una carambola, pero gol es gol.

El triunfazo del jueves pasado en Pérez Zeledón alborotó a más de un manudo pensando en que ahora sí y que las posibilidades del León podían renacer en el último tramo del torneo, opción que se prendió con todo después de derrotar al cuadro occidental.

¡Qué sufrida!

Desde que arrancó la mejenga los erizos demostraron que tenían clara su obligación de sacar los tres puntos ante los occidentales, salieron a atacar con todo el arco rival y en los primeros quince minutos sacaron buenas opciones, que no quedaron en nada por no saber matar en el último tramo.

La pegada que tuvo el equipo ante Los Guerreros del Sur no se vio con Grecia, aparecieron a cuenta gotas las buenas combinaciones para terminar la jugada y los rematitos que lograban era sencillos para un seguro Adonis Pineda, que jugó por primera vez ante el equipo dueño de su ficha.

Con Anthony López, Allen Guevara y Ariel Lassiter, la Liga lo intentó, pero no podía, faltaba más para vencer a Adonis, aunque era el cuadro que pisaba más el área rival, no tenía mucha pegada.

Más bien el cuadro que pegó el mayor susto, al menos en el primer tiempo, fue Hanzell Arauz, quien en sus pies tuvo el triunfo cuando se fue solito en un mano a mano ante Mauricio Vargas y tiró a un lado. Era el gol de Grecia.

Es de esas jugadas donde a los manudos no les quedaba nada más que rezar y esperar que la fallara, como a larga sucedió por la obra del Espíritu Santo o más bien, la mala definición de Arauz, que le perdonó la vida la León.

Tras de que el ataque le costaba a los manudos, el único delantero que tenían, el único que se mantenía sano, Jurgüens Montenegro, se lesionó a los 36 minutos y fue sustituido por Freddy Álvarez, quien apenas jugó un rato porque en la segunda parte salió por el chamaco Ricardo Espinoza.

Empujoncito al León

Para el complemento, la presión crecía y la desesperación se notaba en Hernán Torres quien volvió al banquillo, peor cuando José Mora anotó de cabeza, pero anularon el gol por una falta que solo Henry Bejarano vio, un gol que de debió sumarse al marcador.

Al final llegó el gol de Lassiter, que le devuelve la vida a su equipo y aunque todavía suene difícil, la ilusión de la 30 resucitó, pero momentos manudos, recuerden que con la Liga hay que ir partido a partido.

A falta de cuatro mejengas los rojinegros siguen con su meta de llegar a 38 puntos, y en el mejor de los momentos hiló dos victorias seguidas para continuar en su cacería y llegar a las semifinales.

Por el lado de Grecia, la suerte y el colchón de puntos que tuvo en algún momento se esfumó, se quedó en 27 puntos, uno menos que Cartaginés que en este momento es cuarto lugar.