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Al París Saint Germain y a su técnico Luis Enrique les fue horrible en su último partido de la temporada en casa, duelo en el que muchos esperaban ver jugar a Keylor Navas en su despedida del club al caer 3-1 ante el Toulouse, tenían 26 fechas de no caer en la Ligue One.
Luego de que el arquero costarricense diera a conocer este sábado que a fin de mes dejará el PSG, muchos esperaban que pudiera actuar en un último partido en el Parque de los Príncipes. No había nada que perder, la liga ya ganada y sin partidos importantes adelante. Puro capricho de Luis Enrique no tener ese gesto.
Gianluigi Donnarumma no entró en convocatoria por lo que se entendía que Navas jugaría, pero Luis Enrique no dio el gusto al poner al tercer portero, el español Arnaú Tenas. Detalle que muchos criticaron y señalaron como un irrespeto.
El ibérico de 22 años no tuvo mayor incidencia en la derrota, pero sí queda la amargura que con el bajo los tres palos el equipo cayó de fea manera en un partido que el PSG arrancó ganando a los 8 minutos con gol de Kylian Mbappé, tanto que se fue a celebrarlo a la banca con Keylor, con quien comparte que ambos van jalados.
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Muy rápido le empataron, a los 13 minutos, por medio de Thijs Dallinga, a los 68 Yann Gboho puso el 2-1 para darle vuelta a las acciones y sentenció a los 95 con el tanto de Frank Magri.
Queda claro que entre Luis Enrique y Navas no quedó la mejor vibra, le dio oportunidades contadas y cuando pudo ser un momento especial para que se fuera como los grandes, lo dejó en banca, para variar.
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