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Le está lloviendo a Mourinho, pero él se declara inocente

El técnico del Manchester United se capea los rayos que van directo a él

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El ténico del Manchester le hace oídos sordos a las críticas. Foto: AP /Frank Augstein) (Frank Augstein)

No es habitual, pero el rayo ha caído dos veces en el mismo lugar en poco más de 24 horas: José Mourinho se quitó responsabilidades sobre el juego decepcionante del Manchester United en dos ocasiones, con apenas unas horas de separación.

En Old Trafford todavía duele mucho la eliminación ante el Sevilla en los octavos de final de la Liga de Campeones, que era la gran ilusión del equipo.

La imagen ante los andaluces fue pésima y tampoco fue excesivamente brillante en la victoria del sábado por 2-0 ante el Brighton, en los cuartos de final de la Copa de Inglaterra, un torneo menor con el que los Red Devils intentarán al menos acabar la temporada con un título.

Después de ese triunfo, Mourinho reprochó a sus jugadores una apatía general, rechazando una vez más asumir responsabilidades personalmente.

Varios nombres importantes del pasado reciente del club (Paul Scholes, Rio Ferdinand, Gary Neville) han reprochado a ‘Mou’ su planteamiento demasiado conservador en los partidos, en contraste con los enfoques valientes de Manchester City y Liverpool, los dos clubes ingleses que sí lograron pasar a los cuartos de la Champions.

El portugués de 55 años pareció hacer oídos sordos y se negó a entonar ningún ‘mea culpa’.

En vez de eso, Mourinho criticó la falta de carácter de algunos de sus jugadores. Únicamente salvó a Nemanja Matic, Romelu Lukaku, el joven Scott McTominay.

“No me gustó el partido, quería más personalidad en el equipo porque sentí a menudo que Matic era una isla de personalidad, de motivación y de control, rodeado de falta de personalidad, de falta de clase y de falta de motivación”, admitió Mourinho.

Estrellas como Paul Pogba y Alexis Sánchez quedaron en el banquillo de suplentes en ese partido.

Las polémicas palabras del entrenador del United llegaban menos de un día después de otro discurso de doce minutos que fue también muy comentado.

El viernes, en el centro de entrenamiento de Carrington, Mourinho había realizado una defensa de su labor mediante la táctica de echar balones fuera.

En esa ocasión los dardos del portugués no iban contra los jugadores, sino contra el club y su “herencia”.

“Los aficionados tienen derecho a sus opiniones y a reaccionar, pero hay algo que yo llamo patrimonio del fútbol y es lo que hereda un entrenador”, dijo entonces, subrayando que en las siete temporadas desde la salida del legendario entrenador Alex Ferguson el mejor resultado del United en la Champions había sido un cuarto de final y que la mejor temporada en la Premier League había terminado con un cuarto puesto.

Mourinho puso luego de ejemplo al Manchester City, que en ese mismo período se llevó dos títulos de la Premier League y va camino a un tercero.

Lo que Mourinho parece olvidar es que su club ha gastado millones en fichajes desde su llegada. Únicamente cuatro (Bailly, Matic, Lukaku) de sus grandes contrataciones estaban en el once contra el Sevilla.

Pese al esfuerzo económico, el United apenas ha marcado 71 goles entre Premier League y Champions este curso, cuando el City lleva 104 y el Liverpool 101.

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