Apenas se disputaban 39 segundos del partido entre Costa Rica y Granada, cuando se dio el primer tortón arbitral del réferi Steffon Dewon, de Jamaica.
Un codazo descarado a la cara de Josimar Alcócer era una clara tarjeta roja para el delantero de Granada Josh Gabriel. El primer impulso del árbitro fue expulsar, pero se arrepintió y apenas le sacó una amarilla, lo que fue un error, según el analista arbitral de La Teja, Henry Bejarano.
“Eso es tarjeta roja para el jugador de Granada, eso es conducta violenta, nada qué decir, lo más extraño es que el árbitro lleva su mano atrás para ir por la roja y luego fue adelante, el que cambió la decisión fue él, pero es tarjeta roja”, comentó Bejarano.
Como si no fuera suficiente, a Gabriel lo volvieron a perdonar a los 25 minutos, cuando le debieron sacar una amarilla y por ende echarlo por acumulación de tarjetas.
“El 21 tenía que haber sido expulsado porque comete una acción de temeridad, da un golpe al contrario que es de amarilla y el árbitro jamaiquino como si nada, es increíble el error en la estimación de faltas de parte de este señor”, añadió.
Sobre el arbitraje en general, para Bejarano el cuarteto arbitral quedó debiendo muchísimo.
“Un arbitraje malo del cuarteto jamaiquino, sin control, se deja que todo mundo le reclame. problemas en señalamientos de faltas, y un primer tiempo para el olvido. Parecen árbitros amateur con gafetes FIFA”, finalizó.