Aunque suene crudo leerlo, la historia del Tour de Francia nunca estará completa sin el sufrimiento para los ruteros y no precisamente por los fuertes trayectos donde primero se lucha contra altas temperaturas o bien cuando se pasa los famosos premios de montaña con temperaturas bajas, lluvia o neblina.
Y el del 2017 podrá incluirse en esa incómoda historia, ya que desde el primer día el pavimento cobró sus primeras víctimas, los españoles Alejandro Valverde y Jon Izagirre cayeron en los 14 kilómetros contra el crono y ambos en la misma curva.
En la segunda etapa nuestro compatriota Andrey Amador y el campeón del 2016, Chris Froome, también visitaron el piso en un molote producido por el resbalón de un pedalista del Katusha.
Lo feroz de la lucha a veces hace incurrir en actas ilegas que provocan caídas en pos del triunfo, como lo sucedido entre los dos velocistas Peter Sagan y Mark Cavendish, el primero en el cierre de la etapa cuatro, le soltó un manazo a Mark y lo tiro primero contra las vallas publicitarias y luego al piso.
Cavendish se fue de la ronda gala por los golpes sufridos, mientras que Sagan salió expulsado por agresión.
Pero el noveno día de competencia se rajó, ya que figuras de los 10 primeros, como el sublíder Geraint Thomas se despedió por una caída, junto a él se fueron a la calle Robert Gesink y Manuele Mori.
Otro que prácticamente le dijo adiós al título, a no ser un milagro es el Pistolero, Alberto Contador, quien también se cayó y perdió valiosos minutos en la lucha contra el líder y campeón defensor Chris Froome.
Y como las caídas no perdonan rangos y ambiciones, luego de sufrir, al tener que atravesar siete premios de montaña, tres de ellos de categoría especial, en la bajada, Richie Porte, quinto en la general individual, tomó mal una curva derrapando, llevándose por delante a Daniel Martin, ambos viajaban en el grupo del líder Froome que se salvó de milagro, lo mismo que el italiano Fabio Aru, y el colombiano Rigoberto Urán.
Porte sufrió una fractura de clavícula y está internado en un hospital en Chámbery. En el caso de Martin tomó su máquina de acero y siguió en carrera, pero volvió a caer a los 200 metros, demostrando valentía y coraje porque de nuevo volvió a pedalear para terminar el trayecto del día.
Cierre de infarto
Y sin duda otro capítulo que no es ajeno al Tour, son los finales dramáticos, donde los velocistas se juegan la vida por el triunfo, generándose caídas aparatosas a través de la historia o bien finales no aptos para cardíacos.
En esta edición ya se suman dos, primero Marcell Kittel con la ayuda un poco del foto finish y la buena visión de los jueces le robó el triunfo a Edval Boasson Hagen por un pelito en la etapa siete.
Este domingo la historia sumó otro capitulo más a ese estilo ya que en primera instancia se dio como ganador a Romain Bardett sobre el colombiano Rigo Urán, pero minutos después con la revisión de video, foto finish y más la organización señaló como triunfador al Mono colombiano, como se le conoce a Urán.
Sencillo de una otra manera, en el plano, la montaña, la bajada o bien los cierres al sprint seguirán teniendo siempre a todos los que siguen el Tour, con el corazón en la mano.