La presencia de Losilla se hizo sentir más que nunca este jueves en el clásico nacional.

Don Víctor Manuel Brenes falleció el martes anterior, pero el espacio que físicamente ocupó por tanto tiempo en la Cueva no estuvo vacío.

La silla 3, de la fila A, del bloque L de la platea del estadio Ricardo Saprissa le hizo recordar a los morados la gran cantidad de momentos que vivió don Víctor en su segunda casa, disfrutando con el equipo de sus amores.

El cuadro morado no escatimó en detalles para honrar a este seguidor morado y previo al juego de ida contra Alajuelense hubo una serie de actividades para recordar a Brenes.

Una imagen de Losilla adornó la silla, junto a un radio y una bandera similares a los que este querido aficionado llevó a cada partido del Sapri. Eran sus compañeros inseparables y gracias a ellos Brenes, quien era no vidente, vivía con intensidad cada acción de su equipo.

Una manta con la imagen de este fiebre morado también adornó la Cueva y su esposa Rita y su hijo Luis Alberto pudieron sentarse a la par de la silla que será de su papá por siempre. Al homenaje también asistieron Daniel, esposo de una sobrina de Losilla y su hija Amanda.

Minutos antes del juego hubo un minuto de silencio y tanto jugadores morados como manudos se acercaron a los familiares de Losilla para darles el pésame.

El Monstruo no se quedó atrás en el homenaje y salió a la cancha llevando una bandera amarrada al cuello y un radio como lo hacía don Víctor..

Emocionados

Guiselle Brenes, hija de Losilla, vio el homenaje que le rindieron a su papá desde California, Estados Unidos, país en el que vive desde hace 20 años.

Brenes estaba muy emocionada viendo videos de las distintas actividades que hubo en el estadio y con la voz entrecortada agradecía a quienes han recordado la memoria de su papá.

“La verdad estoy muy emocionada, todo ha sido muy emotivo. Le hicieron una manta preciosa, ver al Monstruo usando el radio y la bandera como lo hacía mi papá me hizo sentir muchas cosas.

“Me llamó la atención no solamente ver a los jugadores de Saprissa saludando a mi familia sino también a los de la Liga. Son rivales dentro de la cancha y fue muy hermoso ver lo que mi papá pudo lograr”, afirmó.

Guiselle heredó la pasión por los colores morado y blanco de su papá y ella le ha transmitido el amor por Saprissa a su esposo, Eduardo, y a sus hijos Isabella y Eduardo. Todos se vistieron con la morada, estaban pendientes del partido e Isabella hizo un dibujo de su abuelo.

“Ellos están son muy chiquitos, entonces entienden poco de lo que está pasando. Mi familia viajaría este lunes para celebrar el cumpleaños de Isabella, porque teníamos años de no vernos.

“La última vez que nos vimos fue hace 5 años, cuando ellos vinieron a verme estando embarazada de mi segundo hijo. De hecho, él me dijo hoy, ‘abuelito está jugando bola en el cielo’”, afirmó emocionada.

En medio del dolor, Guiselle recordó que desde que era una bebé su papá la llevaba al estadio y con risas contó una anécdota.

“No lo recuerdo porque tenía apenas un año, pero a mi mamá nunca se le olvida que una vez fuimos al estadio, era un clásico y Saprissa metió gol. Mi papá me tenía alzada y me lanzó por los aires cuando celebró la anotación”.

La hija de Losilla contó que a su familia le dijeron que el Monstruo le hará un homenaje permanente al aficionado.

“Desde que le escribí a Juan Carlos Rojas todos en Saprissa han estado pendientes de mi familia. Han sido muy atentos y estamos muy agradecidos porque muchas personas han enviado mensajes de solidaridad”, dijo.