Fabián Arroyo, futbolista de San Carlos, de 19 años, le debe a su papá recién fallecido, don Luis Arroyo, el ser jugador de fútbol.
Don Luis, lamentablemente, falleció este sábado 20 de enero, a las 2:45 de la madrugada, y ese mismo día en la noche, Fabián disputó el partido de la tercera jornada del Clausura 2024 contra el Club Sport Herediano. Arroyo ingresó al minuto 66 por Gabriel Leiva y tuvo dos ocasiones de gol.
Fabián contó a La Teja que su papá entró en una crisis, 12 días antes de su muerte, por un problema en el hígado. Tenía 55 años de edad.
Nos dijo que desde que él tenía ocho años se separó de su madre, pero nunca lo abandonó, siempre estuvo para él y, cuando tenía como 15 años, Fabián le hizo una promesa que hoy lo tiene en primera división.
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“Yo le dije a mi padre que si no debutaba a los 18 o 19 años me dedicaba a estudiar, le puse mucho en los entrenamientos y a los 17 debuté. Mi padre fue un papá de calidad, siempre estuvo presente, pese a que se separó de mi mamá cuando yo tenía ocho años y eso siempre lo voy a agradecer”, expresó el muchacho.
El joven deportista ha tenido días realmente convulsos desde ese sábado, donde el equipo le dio la posibilidad de decidir si iba al partido o se quedaba en San Carlos. Él prefirió jugar y explicó por qué.
“Me pasó parecido hace nueve meses cuando falleció mi abuelo y tenía un partido al día siguiente, entonces mi papá me dijo que jugara, y él hubiera querido que jugara el sábado, me lo hubiera dicho. Además, tenía una responsabilidad muy grande con mis compañeros”, añadió.
Sin embargo, el sábado fue largo y cansado para Arroyo. Solo lean por todo lo que pasó.
“Murió a las 2:45 de la madrugada y yo me enteré a las 3 a.m. Me fui para el Hospital México en San José con mis dos hermanas y un primo, llegamos a las 7 de la mañana y nos trajimos el cuerpo. A las 2 de la tarde estaba en San Carlos para devolverme con el equipo para Heredia. Salimos a las 2:50 de la tarde”, comentó.
Luego, Arroyo disputó unos minutos con los Toros del Norte, que le ganaron a Herediano 1 a 0 y asumieron el primer lugar del campeonato. Cuando terminó el partido, se fue para la vela de su papá.
“Llegué a la 1:30 de la madrugada a la casa, estuve en la vela y a las 5 de la mañana me fui a dormir un ratico. Me desperté a las 7 de la mañana para el entierro de mi papá. No he dormido”, dijo.
Y hay un detallazo que tuvieron los Toros del Norte con Arroyo que lo conmovió hasta lo más profundo de su corazón.
“Todos mis compañeros estuvieron en el funeral y eso significa mucho para mí, estuvieron los doctores, los fisioterapeutas, todos. Eso siempre lo voy a llevar en mi corazón. En general, todos se preocuparon mucho por mí, fueron solidarios y ahora siento que el equipo es una familia. Luis (Marín, el entrenador) me dio la opción de no ir al partido. Nunca me impusieron nada”, expresó.
Fabián tampoco ha dejado de ir a los entrenamientos. “Ando con sueños atrasados”.
Le preguntamos, ¿qué hubiera pasado si hubiera metido un gol contra Herediano? “Se lo hubiera dedicado a él, es lógico, pero creo que me hubiera quebrado”.
Los Toros defienden el liderato este jueves, a las 7 de la noche, ante Liga Deportiva Alajuelense, y Fabián no dejará de dedicarle su esfuerzo a su padre en el cielo. “Yo lo lloré el día que murió. Yo le mandaba mensajes a él, diciéndole lo que sentía y yo sé que él me manda fuerzas desde arriba. Voy a estar pensando en él en los partidos”.
“Necesitamos seguir ganando porque ganar uno o dos partidos es casualidad, pero ocho no, eso es calidad”, dijo.