Una máxima periodística señala que cuando se fija una fecha en la que se dará a conocer una noticia importante, se debe cumplir con el compromiso, ya que la credibilidad queda en juego en caso de no hacerlo, es como si hubiera vacilado a la gente.
Cuando alguien participa en un programa de radio o de televisión, por ejemplo, no importa si tiene o no un título de periodista, ya que se debe cumplir con esa máxima, porque no se vale disparar con la vaina vacía por más nombre que se tenga.
El 24 de agosto durante un conversatorio organizado por la Liga Nacional de Fútbol Aficionado (LINAFA) en el que estuvieron presentes el técnico colombiano Jorge Luis Pinto; el entrenador Rolando Villalobos; el periodista Everardo Herrera y el exfutbolista Rolando Fonseca como panelistas, este último indicó en la actividad que tenía una bomba que en 15 días transformaría el fútbol nacional, pero pasaron los días y la nunca soltó la “bomba”.
Ese día, Fonseca se levantó de su asiento y sacó pecho al decir con una seguridad total que esperarán el resultado de sus próximas acciones. En ese momento se le estaba tirando tieso y parejo a algunos dirigentes del fútbol nacional, pero sin decir nombres. Por el contexto de la charla, muchos pensaron que se refería a miembros de la Federación Costarricense de Fútbol y del Comité Ejecutivo.
LEA MÁS: Ejercicios con balón y de coordinación es parte de lo mostrado por Jorge Luis Pinto
“Esto es algo político, vamos por nuestro quinto Mundial y seguimos con la misma gente, con la misma prostitución. Soy partidario de que tiene que haber un cambio dirigencial, tienen que enfocarse más en los temas importantes. Hay grandes empresarios que no saben nada de fútbol, así de simple. Ellos son grandes empresarios y no son malas personas, pero llegan al fútbol a potenciar su vida en el plano político.
“Las personas que se llegan a servir de eso, son parte de las que nos llegan a dañar. El cambio no empieza si usted no lo promueve. Ojalá que cada uno se enfoque en lo nuestro, en profesionalizarse lo más pronto posible porque creo que a todos esos les va a llegar el tiempo y les voy asegurar algo, solo me deben dar 15 días para ver que mucho va a cambiar”, dijo Fonseca ante unas 200 personas.
Muchos interpretaron que el cambio se refería a nivel dirigencial y Sandro Alfaro, quien está encargado de una de las divisiones menores de la Asociación Deportiva San Carlos, es uno de ellos como le comentó a La Teja al ser consultado por el tema.
“Yo lo escuché y me llamó la atención lo que decía, no sé bien a qué se refería, pero entendí que se refería a la dirigencia, pero nada más”, destacó Alfaro, quien fue uno de los asistentes al conversatorio.
LEA MÁS: (Video) Jorge Luis Pinto se puso los tacos y se mandó a entrenar en Tiquicia
Sin argumentos
La bronca es que a la hora de los balazos, la profecía del Rolo se quedó en el aire y cuando lo llamamos para aclarar de qué se trataba lo que pronosticó (al vencerse el plazo de 15 días), en lugar de darnos argumentos se dedicó a insultar a este medio de manera bastante vulgar.
A Fonseca le consultamos sobre el porqué del atraso de su “bomba” y nos respondió que a nosotros eso no nos importaba, que era problema de él cuando daba a conocer sus noticias y que habría que esperar más tiempo, porque esos 15 días no eran suficientes. Es decir, Rolando no cumplió el compromiso que asumió ante ese montón de personas.
El exdelantero del Saprissa y Alajuelense es comentarista habitual en el programa “Zona Técnica” de canal 7, el cual es transmitido los domingos en la mañana y en diversos espacios de Teletica Radio como “Crónica” que se transmite de lunes a viernes, en horas de la tarde.
Le hicimos más preguntas a Fonseca, pero él se negó a contestar y más bien nos retó a que lo viéramos en persona y le preguntáramos esas mismas cosas cara a cara para dejarnos “en claro algunas cosas”.
Es por eso que tendremos que seguir esperando para ver cuándo las noticias que cambiarán el fútbol nacional saldrán a la luz y para que Rolando cumpla a su audiencia, porque para hablar y comer pescado, se debe tener mucho cuidado.