Cuando Alexandre Guimaraes eligió a Bryan Ruiz como uno de sus asistentes para ser entrenador de Alajuelense, hay un pasaje histórico entre ellos que a muchos les cayó de una vez en la mente y que generaba duda de cómo estaría su relación entre ellos.
En el 2006 cuando Guima dio la lista de convocados a Alemania 2006 causó gran sorpresa ver que dejó por fuera al alajueliteño, quien en ese momento destacaba como una gran promesa del fútbol nacional y que para muchos merecía ir a la copa.
Ruiz ha reconocido en el pasado que no ir a la Copa del Mundo es algo que lo golpeó bastantes, pues esperaba la convocatoria y al fina el técnico decidió que no fuera así.
Cuando le consultaron por esa anécdota en conferencia de prensa la primera reacción fue una broma, que por ahí tenía guardadita: “Eso demuestra que todos nos equivocamos en la vida, perdón, profe”.
La respuesta arrancó la risa de todos los presentes en la sala de prensa del CAR y hasta que Alexandre se levantara de su silla y le diera un abrazo en señal de “perdón”, lo que relajó un poco el tema.
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Ya más tranquilos, Ruiz contó que ahora que ha sido entrenador del equipo U-17 entiende lo sucedido.
“Yo creo que uno como entrenador, ya tengo ocho meses de estar tomando decisiones como entrenador tiene momentos muy complicados de toma de decisiones y que en si piensa qué es lo mejor y así lo tomé yo.
“Yo tengo años de amistades con Celso y años de estar en actividades con Guima y nunca ha habido ningún problema, uno como profesional entiende que la decisión son tomadas pensando en lo mejor y en ese momento estoy seguro que el profe Guima pensaba que era lo mejor”, explicó.
Si a Bryan lo hubieran llevado a aquel mundial habría hecho historia en Tiquicia al ser único que como jugador disputara cuatro mundiales, al sumarle los del 2014, 2018 y 2022.
“Tal vez sí el me hubiera dado el chance de ir al mundial no me hubiera salido la oportunidad que tuve de ir a Bélgica en ese mismo momento del mundial y mi carrera hubiera sido otra, creo que es parte de todo. Siempre digo a los chicos que entreno, que hoy seamos titulares no nos garantiza que vayamos a ser profesionales o exitosos.
“Cuando tenía 16 años tuve un año entero en el que el entrenador no me puso porque en ese momento creía era lo mejor, si yo me hinchaba la cabeza o me quedaba abajo, seguro habría acabado mi carrera, uno la va armando y moldeando según las dificultades que se vaya encontrando.
“Con el profe Guima jamás ha habido rencor ni nada por el estilo y claramente nos damos cuenta que muchos años después que nos encontremos trabajando juntos por una misma causa y una amistad que nunca se vio afectada por una decisión profesional”, explicó.
Guima afirma que llevó a Bryan no solo por la identidad que aporta al club, sino por lo que representó tanto adentro como afuera de la cancha, yunta que esperan sea muy exitosa.