Bien sabemos que el fútbol es de 11 contra 11 y cada equipo tiene su estrategia, también debemos de saber que en el Saprissa siempre pediremos la excelencia, que nos molesta empatar y aún más no ganar, así sea un partido de cromos, porque es parte de nuestra mentalidad ganadora que nos inculcan al aficionado, a los directivos, al cuerpo técnico y al jugador con más razón.
Primeramente pasamos el partido entre semana en el Valle de El General, una cancha que recuerdo desde que estaba niño que siempre ha sido un verdadero dolor de cabeza, pero teníamos la motivación de venir de golear a Puntarenas FC, con los jugadores y afición con motivación al tope y unos refuerzos que ya venían empezando a carburar y acomodarse al sistema de juego.
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Vimos un primer tiempo que, en lo personal, hasta a una persona con problemas de insomnio lo hubiera dormido, ya que no se veía nada de nuestro lado, ni del equipo local, para el complemento se soltaron las amarras de ambos clubes y se convirtió en un partido bastante parejo, donde los arqueros tuvieron una muy buena actuación y tenía toda la pinta de que sería un juego, como decimos los mejengueros, “gol gana” y así fue, efectivamente, porque únicamente cayó una anotación y así se nos escapó de las manos un largo invicto.
Para el día domingo, y sabiendo que uno de los archirrivales perdió tres puntos y el otro dos, teníamos la gran oportunidad de acercarnos a ellos, al primer lugar y buscar la punta. Creíamos que veríamos a un Saprissa aguerrido, más aún con la anotación tan temprano, pero lamentablemente en un gol que Kevin Chamorro pudo haber hecho un poco más, nos empataron y perdimos puntos que, ojo, ojalá no nos vayan a doler después.
Pablo Montero V.
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