Sabíamos que íbamos cuesta arriba en la serie, ante una visita que sería bastante complicada, en la casa de un rival que solo había perdido un partido el torneo pasado en su campeonato y que sumado a eso permitió muy pocos goles. Además, teníamos que darle vuelta a la serie, anotar pronto para empatarla y ya luego jugar inteligentemente para anotar el segundo gol.
Y esto se cumplió, ya que rápidamente empezamos ganando, todo se nos empezaba a acomodar y como aficionados nos empezamos a ilusionar con darle esa soñada vuelta a la serie, aún más sabiendo que en casa habíamos llegado una y otra vez, pero la pésima definición de los delanteros nos terminó pesando y sumado a esto, como lo había indicado en la columna pasada, solo un jugador había destacado.
Posterior a nuestra anotación, nos dieron la vuelta, pero pronto logramos el empate, en el segundo tiempo le dimos la vuelta, se empezaba a poner la cosa color hormiga y así nos iríamos al tiempo extra, el rival tenía un jugador menos y todo pintaba a que el sueño de pasar de ronda se daría.
LEA MÁS: Hasta Christian Bolaños salió pringado por eliminación del Saprissa (y por lo que dijo)
Lamentablemente, cayó un gol que nos destrozó, que fue como una daga directamente al corazón, que me recordó aquel gol que le anotaron a la Selección de Costa Rica cuando nos dejaron fuera del Mundial de Sudáfrica 2010, en una jugada que la bola pasó por toda la defensa y nos terminaron quebrando por completo.
No me queda duda que perdimos la serie acá por la pésima definición y siento que hasta por una mala lectura, no sé si con otro técnico hubiéramos pasado, pero otra vez lamentablemente quedamos fuera.
Para los muchachos, ojalá el resto del torneo lo sigan jugando con estas hormonas que salieron, trabajen cada uno sabrá cuánto le falta o cuánto le sobra, ahora toca levantar cabeza y buscar el tetra junto con la 40.
Pablo Montero V.
Administrador Página Moraditicos.
Facebook: Moraditicos
Instagram: @Moraditicos
Twitter: @Moraditicos