Es increíble como un equipo que en las primeras cinco jornadas parecía que un nuevo cuadro, con nuevas ideas, con buen fútbol, jugándole como hace rato no se le jugaba a Saprissa y a la Liga, sacando un empate y un triunfo de visita contra ambos, al punto de llegar a disputar el primer lugar contra Herediano en casa.
Pero ahí fue cuando el castillo de cartas se empezó a derrumbar, al punto de apenas poder hacer un punto de 15 posibles, cinco partidos después.
Algo que veo constante en cada torneo es que cuando llegamos a disputar partidos importantes, donde si ganamos nos podemos líderes (en los últimos dos torneos nos ha pasado lo mismo), terminamos derrotados y con rachas negativas, en el Apertura 2023 fue la racha fue de un 23,8% de rendimiento en siete partidos, mientras en este torneo, en estos cinco partidos apenas llevamos un 6,7% de rendimiento, una vergüenza.
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El profe Mario ha tenido un discurso de que ni Guardiola puede con cuatro partidos consecutivos de visita y tal vez tenga razón, pero si hubiéramos ganado los dos últimos partidos en casa, pasaríamos de ese 6,7% a un 46,7%, que sigue siendo malo, pero al menos estaríamos en zona de clasificación con 17 puntos y no con los once que llevamos ahora, de 30 posibles.
El domingo nos toca el último partido de esta seguidilla de cuatro partidos de visita, esta vez en Pavas contra Sporting, que vienen en alzada, con tres victorias en los últimos cinco partidos, Si queremos ganar tenemos que jugar diferente, porque ya todos saben que si se echan para atrás nos ganan y al final lo que importa es ganar y no jugar bonito.
Adrián de Planeta Blanquiazul
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