Ronny Vargas es uno de esos apasionados de las motos que aprovecha cualquier oportunidad para lucirse a bordo de su Honda Shadow 600 2007, una belleza que lo conquistó y lo tiene como loco.
A bordo de este chuzo “Mechudo”, como le apodan sus amigos, ha recorrido casi todo el país jalando miradas y piropos por una moto cuyo diseño y color gustan muchísimo. El lucir la manivela alta es un gusto particular que tiene y por el que le suelen hacer muchas preguntas,
Para este vecino de Paso Ancho en San José, salir a pasear es de lo que más disfruta y espera durante la semana, ya sea solo o en el grupo de motociclistas en el que está hace casi un año.
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“Esa moto la adquirí hace como tres años aproximadamente, y de ahí para acá le he hecho ciertas modificaciones. Las muflas que anda se las cambiamos para que suene más durito, y la manivela alta que es otra cosa que le hice y que siempre me ha gustado. Ya el resto ha sido mantenimiento normal, cambio de llantas, fibras, aceites.
“Las pandilleras siempre me han gustado, lo que pasa es que hasta cierto punto de la vida es que uno puede costearse alguna, pero esta es la tercera que tengo. Siempre he preferido mucho este modelo, la Honda Shadow siempre me ha encantado y yo sé que es una marca demasiado buena. He tenido otras motos diferentes de la misma marca y lo he comprobado”, explicó.
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Esta joyita la consiguió en un local en Paso Ancho, donde venden motos; ahí la vio, le gustó mucho y de una vez se fue de jupa comprándola.
El detalle de la manivela es de los más llamativos y por lo que más le consultan si no se le cansan los brazos al tenerlos levantados.
“La pregunta que siempre me hacen es si no cansa andar la manivela alta. Esta es mi tercera pandillera y desde la primera siempre le puse la manivela alta y me decían lo mismo.
“La gente tiene la idea que andar los brazos arriba para alcanzar la manivela cansa, pero no es así, los brazos van un poco altos, pero están sostenidos en la manivela, no es que los lleva al aire, entonces uno no se cansa, no es que esté guindado de algo y que el peso queda en los brazos”, explicó.
Las fotos también es algo de lo que no se salva, mucha gente suele pedirle un recuerdo con la bicha, y siempre accede con gusto. Hasta subirse le ha pedido más de uno.
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“El hacer la modificación de las muflas para que suene más duro también llama mucho la atención; que suene como tiene que sonar, eso llama mucho la atención”, añadió.
Otro detalle que lo tiene conquistado es que la moto siempre ha andado superbién en términos generales, le ha tenido que hacer poco para afinarla o en la parte mecánica en la que se porta puras tejas. Solo le afinó un par de detallitos en lo eléctrico y lista.
“Con ella aún no he salido del país, pero sí he andado por todo lado, la he llevado bastante largo, en todas las provincias he andado ya y superbién. La verdad que lo disfruto muchísimo”, finalizó.