Alajuelense prendió una velita a su ilusión de clasificar este miércoles al derrotar 1-0 a Limón en lo que fue apenas su segunda victoria en el Morera Soto, un triunfo con el que muestra que no tirará la toalla sin al menos pelear.

Más allá de las formas, en la Liga mandaba la necesidad de ganar a como fuera lugar, esperar los tropiezos de otros e irse asomando en la tabla de posiciones. Los rojinegros llegaron al sexto puesto con 20 puntos y al menos pueden decir que ya aparecen en la primera parte de la tabla.

A pesar de todo, en Alajuela parece que no hay forma de conseguir una noche completa, si no es el resultado, es algún expulsado o una lesión y cuando el caído es un jugador como José Salvatierra que apenas y regresaba después de casi un año sin jugar, duele el doble.

Salvatierra apenas resistió 45 minutos y tuvo que salir otra vez lesionado y con todo el gesto de frustración que puede significar algo así.

A Salvatierra le diagnosticaron un golpe en el tendón de Aquiles del pie izquierdo.

Precisamente la plaga de lesiones que le cayó a los erizos hizo que por segundo partido consecutivo se la tuviera que jugar con solo un delantero natural, el juvenil Jurguens Montenegro, con Allen Guevara y Barlon Sequeira cubriéndole la espalda.

Mientras estuvo Salvatierra en el primer tiempo, el equipo tenía más salida, jugando en su posición natural de lateral derecho, el Cusuco se podía mover más y así fue que en una de tantas filtró un gran pase de profundidad para que Jurguens se hiciera grande y definiera de muy buena manera.

El muchacho oriundo de Fray Casiano de Puntarenas recibió la pecosa, se llevó por velocidad a a dos defensores de la Tromba y definió arriba y a la izquieda de Dexter Lewis, al minuto 19.

Adelantarse en el marcador no era poca cosa para la Liga, lo consiguió por primera vez en sus últimos seis partidos, un dato que no parece el de un equipo grande, pero en la crisis de resultados rojinegra es apenas una raya más para el tigre, aunque en este caso hablamos de un León.

El 17 de febrero, en la victoria por 3-0 ante Guadalupe fue la última vez que la Liga pasó un partido sin sufrir tanto, por lo que el partido ante los caribeños supuso un respiro también este aspecto, una noche en la que finalmente a Patrick Pemberton no le tocó ser figura.

Sin Salva costó más

La salida de Salvatierra hizo que la Liga perdiera salida y creación en la ofensiva, por el acomodo que se tuvo que hacer en el campo, metieron al muchacho Giancarlo Castro, que no podía ser tan efectivo en ser el socio de Jurguens y a Guevara lo pasaron a la lateral derecha.

Perder al Chepillo le produjo a la Liga la necesidad de volver a improvisar sobre la marcha. Hay que ser legales jugadores como Montenegro y se sacan un cien en ganas, que chavalos para meterle corazón, pero su propia juventud los hace ser muy imprecisos en ocasiones.

Limón hizo sus variantes, buscó el manejo de la media con el ingreso de Michael Barrantes y Diego Díaz, pero no lograba terminar una sola jugada para generarle peligro a Patrick. Los últimos minutos fueron en los que La Tromba apretó más, pero no le cayó el golcito