El técnico del Manchester United, Ole Gunnar Solskjaer, sabe lo que es lograr una remontada en la Liga de Campeones y en la cancha del Camp Nou.

Veinte años después de anotar un gol agónico para que el United ganara la final ante el Bayern Múnich, Solskjaer estará de vuelta este martes (1 p. m. hora tica) en el estadio de Barcelona, ahora como técnico. Y buscará revertir el marcador adverso de los Red Devils ante el conjunto local.

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Parece que el Manchester enfrenta la tarea más complicada de los ocho equipos involucrados en los cuartos de final, de cara a las mejengas de vuelta. Cayó sólo por 1-0, pero fue en Old Trafford, por lo que deberá buscar la reacción en la cancha de Lionel Messi y compañía.

El mismo United perdía 1-0 en la final de 1999, tras un gol de Mario Basler que dio la delantera al Bayern apenas a los seis minutos de lo que resultó uno de los encuentros más dramáticos de esa generación.

United logró darle la vuelta con dos goles en los descuentos, el primero de Teddy Sheringham y el segundo de Solskjaer con uno de los últimos disparos del partido.

Durante sus cuatro meses como técnico del Man U, el exdelantero noruego buscó recordar los días de gloria del club, cuando ningún déficit parecía insuperable. Las remontadas y los goles en los cierres eran la norma durante la época del entonces técnico Alex Ferguson.

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Así, no fue una sorpresa que, justo después del encuentro de ida, Solskjaer considerara que había posibilidades de avanzar, en vista de lo ocurrido en la final de 1999.

“Hemos anotado goles en el Camp Nou antes, en tiros de esquina y con centros... Podemos hacerlo, no hay duda de eso”, aseguró.

El United ha derrotado a la Juventus y al París Saint-Germain de visita durante esta edición de la Champions. Sin embargo, Solskjaer reconoce que hacer lo mismo con el Barça sería un “logro mayor”.

Mientras que el Barcelona alineó a suplentes en el encuentro del sábado en La Liga española, Solskjaer no pudo recurrir a planteles alternos para medirse con el West Ham en la Premier el mismo día.

Los Diablos Rojos todavía pueden quedar entre los cuatro primeros, mientras que el Barcelona está cerca de asegurar otro título doméstico.

Pero hay una estadística rara que debería infundir esperanza a los seguidores del United.

Messi no ha marcado en sus últimos 12 partidos en cuartos de final, una racha que se remonta a 2013.

Un maleficio que romper

El cuadro culé buscará romper con su maleficio en los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Desde hace tres años el club catalán no pasa de esta fase, primero fue el Atlético de Madrid, luego la Juventus y por último la Roma.

La herida de la Loba (4-1, 0-3) cuando lo tenía todo para avanzar, incrementa la motivación para los visitantes.

"Nos quedó la espinita de la Champions, sobre todo por la forma en la que se produjo la eliminación", advirtió Messi a principios de temporada. "Vamos a darlo todo para que esa copa tan linda y tan deseada vuelva al Camp Nou".

Llegar a los cuartos de final ya es un hábito para los catalanes, presentes entre los mejores ocho de Europa desde hace 12 temporadas, todo un récord.

Pero en las últimas cinco ediciones, solo consiguieron pasar de esa fase en 2015, año de su quinta Liga de Campeones.