La historia de cómo seis aventureros se animaron a subirse a un avión para irse al otro lado del mundo, mientras su chuzo, en teoría, iba a llegar por otra vía, está llena de aventuras, risas y más de un susto.
Sebastián Castro se mandó con cinco personas en un ride que bautizaron, por cuarta ocasión, “Subite al Chunche”, cuya idea principal era volar hasta Egipto y desde allí montarse en un carro que los llevaría a Qatar, atravesando varios países y ciudades hasta llegar justo a tiempo para el inicio del Mundial.
Sebastián Castro Sasso, Carme Salleras Campo, Daniel Sasso, Esteban Alfaro (Jupa e’ bola), René Montiel y Alejandro Goyenaga son los valientes aventureros.
Casi que de entrada tuvieron la primera bronca porque el Chunche, como bautizaron al auto marca Mini que consiguieron en Costa Rica, no llegó a donde se suponía debía hacerlo, por lo que sin carro tenían que atravesar medio Asia hasta llegar a Oriente Medio, todo un reto que los impresionó un toque.
Uno de los detalles más importantes es que, para documentar su viaje, en sus redes sociales, tanto Facebook, Instagram y YouTube, van publicando toda la aventura. De momento llevan cuatro episodios desde su salida de Costa Rica hasta su paso por Egipto, Jordania e Israel.
En medio del ride, Sebastián habló con La Teja de una aventura que en su caso vive por cuarta vez, pues ya había hecho lo mismo para los mundiales de Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018.
“En el 2010 el proyecto no era que tenía una gran visión, mi amigo Oliver Nowalski y yo trabajábamos para FIFA y necesitábamos un vehículo para movernos dentro de la ciudad y alquilamos un bocho viejo y por joder lo bautizamos el Chunche.
“En el carro pusimos ‘Costa Rica se vino al Mundial’ y cuando nos dimos cuenta salió por todo lado, en periódicos, noticias, se volvió muy notorio, un meme antes que existieran los memes. Un par de años después nos comprometimos que queríamos hacer un viaje por tierra hasta Brasil y así fue como ya nació la serie, el show, nos fue increíblemente bien y para Rusia lo repetimos”, destacó.
Sin chunche
Para esta ocasión la dificultad aumentó porque en los viajes pasados eran dos o tres personas y ahora se mandaron con un grupo grande, de seis, y de feria el Chunche no llegó a la agencia de transporte marítima en Egipto, por lo que desde la primera parada se quedaron sin nave y nadie sabía qué había pasado con él. Toco resolver.
“Nos movimos a como pudimos, pidiendo ride, en bus, quienes nos llevan en la calle, de todo hemos hecho para llegar a Qatar de cualquier manera. Esta ocasión la experiencia es mucho más retadora por la zona que significa y el lugar que es.
“En Europa es muy fácil porque las fronteras son prácticamente imaginarias y en Sudamérica hablamos el idioma, por lo que facilita todo, pero aquí la gente no sabe nada de Costa Rica ni habla inglés, la gente es muy diferente, son un montón de rasgos y principios culturales con los que hay que tener mucho cuidado, es otro mundo, no puede ser más complejo, por eso es toda una aventura”, dijo.
El viaje, además, estuvo lleno de otros chascos. En Israel por ejemplo, entraron a un partido de fútbol con la chema roja de la Sele, que terminaron siendo los colores del rival del club Maccabi Tel Aviv, por lo que la afición local casi se los suenan en el estadio.
De Egipto iban a Jordania, de ahí a Israel, luego a Emiratos Árabes, Arabia Saudita y a Qatar, originalmente tenían planeado llegar al país mundialista este sábado, pero al final lo hicieron antes y están allí desde el lunes 14, pues acortaron camino para irse de una vez.
Arce explicó en un video publicado en Instagram por qué lo adelantaron y a qué costó.
“Saludos desde Dubai, no puedo creer que hayamos llegado hasta acá, no fue nada fácil y más considerando que tuvimos un ligero incidente fronterizo que involucró que perdieran nuestras maletas, entonces estamos con la chema de la Sele y ya.
“Estamos sin maletas, oliendo a zoncho, la gente se nos queda viendo, pero valiendo la pena frente al edificio más alto del mundo y valiendo la pena viendo este show (de la iluminación del edificio Burj Khalifa, con 828 metros y una fuente que tiene al frente)”, contó al llegar a Qatar.
Tesoros perdidos
Que hayan perdido las maletas no es un detalle nada menor, pues resulta que en el primer episodio el grupo conoce a Bryan Ruiz y a Celso Borges en el Centro de Alto Rendimiento de Alajuelense y los futbolistas les dieron dos artículos para que cuidaran en el viaje.
Borges les regaló una sueta de la banda estadounidense de rock de metal progresivo Tool, su favorita, para los fríos de las noches o el aire acondicionado de los estadios y el Capi les dio unos tacos que asegura usaría en el Mundial y les pidió que los cuidaran muy bien, que nos les pasaran nada.
Celso le recomendó a su amigo que mejor empacara un par de tacos más por si las moscas, consejo que dichosamente le dio.
“Yo tengo mucha esperanza que nos jalemos una torta en el Mundial. Si uno convierte los resultados de la Sele en una gráfica, vamos como un cohete para arriba, no veo por qué no, incluso desde un punto de vista estadístico. La mayor arma que tenemos es ser la cenicienta, eso siempre es una ventaja”, nos dijo Sebastián sobre cómo ve a la Sele.
Una aventura de ensueño que se cumple por cuarto Mundial al hilo, que ya se volvió toda una tradición.