Cuando nuestros equipos pierden o empatan contra rivales centroamericanos o del Caribe siempre escuchamos argumentos como: “es que las distancias se han acortado”.
Lo interesante del caso es que las distancias se acortan de abajo hacia nosotros y no así de nosotros hacia los clubes o selecciones más fuertes del área como los del Norte, hablamos de mexicanos, estadounidenses y hasta canadienses.
Veamos ejemplos recientes, el campeón nacional, San Carlos pasó los octavos de final de la Liga Concacaf ganándole ajustadamente por lanzamientos de penal al Santa Tecla de El Salvador, después de dos empates 0-0.
El Saprissa pasó a la siguiente ronda de este torneo por la diferencia de goles ya que en casa ganó 2 por 0 la semana pasada y en El Salvador, ante el Águila, cayó 1 por 0 este miércoles. Mientras que Herediano apenas empató en Jamaica 1-1 ante un débil Waterhouse.
Recordemos que nuestra selección nacional tan solo le ganó a Nicaragua y Belice recientemente y perdió ante Guatemala, la cual regresaba de una larga suspensión a nivel internacional.
Ni que decir de las selecciones menores que hace rato no clasifican a nada, de la Olímpica que gana en Guatemala y pierde en casa pasando por diferencia de goles pero jugando muy mal.
La otra cara es que ante los más fuertes los ejemplos y goleadas son abundantes. Los mexicanos llámese América, Tigres, Cruz Azúl, etc., nos golean con resultados de tres, cuatro y hasta cinco anotaciones en contra.
Hay que recetar ubicatex porque los resultados lo dicen y lo que se ve en el campo de juego lo ratifica.