La Doce, la barra que apoya a Liga Deportiva Alajuelense, se reunió este jueves con la Fuerza Pública en aras de buscar un acercamiento y de conocer los detalles que cada quien tiene preparado para unir esfuerzos y evitar la violencia a toda costa en la vuelta de la gran final del Apertura 2024.
El partido ha sido calificado de máxima seguridad por las autoridades e incluso, han habido amenazas de grupos pequeños, de desestabilizar el orden normal de un encuentro de fútbol de esta naturaleza.
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El juego será este viernes a las 6 de la tarde en el estadio Alejandro Morera Soto. La ida acabó 2 a 0, a favor del Herediano.
Andrés Ureña, uno de los dirigentes de la barra manuda, expresó que estas reuniones se habían dejado de lado y que es importante retomarlas para que todo marche de forma ordenada.
“Nos permite un poco analizar cuál es el plan de la Fuerza Pública y comentarles lo que nosotros queremos como grupo. Más allá de que haya violencia, lo que buscamos es que haya carnaval y fiesta en la gradería, que es una alegría para nosotros, para todos los que van al estadio y que el jugador número 12 seamos todos.
“Este tipo de reuniones se habían dejado de hacer y ya las retomamos y somos participantes del partido, porque se juega en la cancha y en las gradas. Le hacemos un llamado a toda la afición para que se comporten adecuadamente y que juntos celebremos y apoyemos al equipo”, expresó el dirigente.
Freddy Guillén, jefe de operaciones de la Fuerza Pública, explicó que este acercamiento se dio para que las amenazas que han circulado en redes sociales no se lleven a cabo.
“Nos hemos reunido con los dirigentes de la barra de Alajuelense a fin de garantizar la seguridad de todos los asistentes al estadio, así como de todos los jugadores. Este tipo de acercamientos garantizan y ponen de manifiesto el interés que tiene Fuerza Pública en que todo este tipo de eventos transcurran con la mayor normalidad posible”, dijo.
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Eso implica, en un partido de este calibre, una fiesta para los aficionados. Así debe vivirse.
“Cualquier actividad deportiva tiene que ser una fiesta y tiene que vivirse como tal, dejando de lado cualquier sesgo de violencia o cualquier incitación a agredir o a tratar mal a cualquiera, ya sea de los rivales o de los mismos asistentes compañeros”, añadió Guillén.
Amenazas
La reunión se dio a raíz de algunos mensajes en redes sociales y en estructuras físicas que han dejado algunos aficionados, que no necesariamente están aliados con la Doce.
En un puente que está a la par del Centro de Alto Rendimiento manudo, en Turrúcares, algunos aficionados escribieron: “(Lionel) Moreira cag... Ganar o morir”, “Ganen o mueran. La Liga se respeta”.
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Las amenazas, que están escritas con pintura rojo y negra, se suman a otros preocupantes mensajes que andan dando vueltas en redes sociales donde algunos fanáticos insinúan que si el equipo no logra remontar la serie, invadirán la cancha.
Ante esta situación y la que se dio el domingo en el Estadio Alejandro Morera Soto, cuando un grupo de personas agarraron a patadas los portones de la Catedral, se prepara un gran operativo de seguridad para el choque del viernes.
Guillén habla de más de 500 oficiales en el compromiso, que se repartirán en 230 efectivos de la Fuerza Pública para los alrededores de la Catedral y en la provincia de Heredia; 230 de seguridad privada y, además, solicitaron 150 oficiales extra a la Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División (Unafut), para los actos de premiación.