La cercana relación entre Alajuelense y su famosa barra “La Doce” permitió que los líderes de ese grupo llegaran el martes al estadio con plata en mano para pagar los ¢200 mil de multa impuestos por el Tribunal Disciplinario el uso de bengalas y pólvora, el ingreso de mantas y el lanzamiento de objetos al estadio el sábado anterior durante el clásico.
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Federico Calderón, vocal de la junta directiva rojinegra, lo reconoció esta mañana en el programa Columbia Deportiva, de radio Columbia.
“Ellos aportaron el cien por ciento de la multa, es correcto. Se apersonaron a las oficinas e hicieron el depósito de la multa. Estamos claros que no tenían intención (de causar un problema), se fue de control por la cantidad de humo o polvo que echan, pero efectivamente ellos cancelaron la multa”, indicó Calderón.
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— Goles Manudos (@golesmanudos) April 10, 2019
El uso de bengalas provocó que el clásico se detuviera por casi diez minutos, tiempo que debió reponerse al final del juego, cuando mejor jugaban los rojinegros. Al final, la mejenga quedó empatada a un gol y limitó las opciones de Alajuelense de clasificar semifinales.
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Pese al mal ambiente que tienen las barras de fútbol en el país, Calderón reconoció que desde que llegó a la dirigencia junto al presidente Fernando Ocampo, en noviembre del 2016, han manejado el discurso de que no hay que pedir la erradicación de estas porque son parte del fútbol y lo que se debe hacer es tenerlas bajo control.