El mediocampista alemán Sami Khedira compró 1.200 entradas para la mejenga de este lunes por las eliminatorias mundialistas europeas frente a Noruega en Stuttgart y los donó a diferentes organizaciones de caridad.
Los boletos fueron distribuidos entre niños de bajos recursos y menores que luchan contra el cáncer para que pudieran acudir al partido por medio de una iniciativa organizada por la fundación de Khedira.
"Las cosas simplemente se dieron para el juego de la selección nacional aquí en Stuttgart. Para mí en lo personal, era importante no solo ofrecer dinero, sino que los niños pudieran sacar algo de provecho. La mayoría de ellos no ha tenido la oportunidad de ir a un juego por varias razones, económicas o logísticas", indicó el actual jugador de la Juventus.
Alemania clasificaría a la Copa del Mundo del año próximo en caso de ganar este lunes y si el segundo lugar del grupo, Irlanda del Norte, pierde o empata con la República Checa en Belfast.