Saprissa, el Real Madrid y el París Saint Germain tienen en común sangre ganadora y la necesidad de ir siempre en busca de títulos, un detalle que sin duda ha marcado la carrera de Keylor Navas.

Desde que dio el paso al profesionalismo, el arquero generaleño ha mostrado el deseo de ir por todo en lo que compita, característica ya visible desde sus años en el cole.

El domingo 17 de mayo el tico habilitó un espacio en su cuenta de Instagram para responder preguntas de sus seguidores y llamó mucho la atención una sobre sus años en el Liceo Unesco, en Pérez Zeledón.

A Navas le preguntaron si ganó algún título jugando para la selección de esa institución y respondió que varios y que los recordaba con mucho cariño.

En La Teja nos pusimos a escarbar en el pasado colegial del arquero y si bien esos títulos no están al nivel de tres Champions League o una liga española, son parte de su historia y tienen una gran importancia. Nadie sube una montaña empezando por la cima.

Navas cursó el sétimo y octavo años en el colegio público más popular del Valle de El General. Ese cole cuenta con un equipo de fútbol que siempre fue de tradición en los campeonatos nacionales de secundaria.

Navas alzó con el cole sureño un bicampeonato entre el 2001 y el 2002, cuando tenía 14 años, poco tiempo antes de viajar a San José a las ligas menores del Saprissa con el sueño de ser profesional.

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Un equipo ganador

William Fonseca fue el técnico que dirigió al portero actual del PSG en aquella época de la adolescencia. Por muchos años ha sido profesor de educación física y el encargado del equipo de fútbol del Unesco.

El profe destacó que, como pasa con los clubes en los que ha estado Keylor, en el equipo colegial siempre tenían la inquietud de pelear con todo los campeonatos y eso forjó parte de su carácter.

"Recuerdo una final que jugamos en La Cruz y otra en Puntarenas cuando quedamos campeones. Él era el portero titular, desde eso tenía una serie de condiciones muy propias que llamaban la atención.

“Que dijera que era un portero que iba a llegar al Real Madrid, pues no, ¿quién se imaginaba eso?, pero sus condiciones nos las discutía”, destacó el profe.

Los piques con colegios como el de Santa Cruz, en Guanacaste, fueron formando a Keylor en una idea de alta competencia y de no querer perder.

"A Keylor yo lo conocí en el Municipal Pérez Zeledón en 1995, era solo un niño. Yo tenía a cargo el equipo infantil y debía atender a la escuela de fútbol, que llegaba los sábados, adonde estaba Keylor.

“Para ese momento los chiquitos se ponían a jugar y si había un penal, ellos mismos se ponían a decir ‘que lo ataje Keylor, que lo ataje Keylor’, ya se hacía notar entre sus compañeros", recordó el entrenador.

Como se sabe, en el fútbol nadie gana títulos solo y menos un portero. El empeño de Navas era el complemento del esfuerzo que hacían sus compañeros.

En ese mismo grupo de Keylor estaban otros jugadores que llegaron a la primera división como los hermanos Juan Carlos y Esteban Armijo, Diego Quesada y Tony Ureña, quienes pasaron por el Saprissa, aunque no por mucho tiempo.

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Carácter fuerte

En el equipo del Liceo Unesco Navas no era ni el más fuerte, ni el más grande, ni el más alto, pero su carácter ya lo ponía a otro nivel para levantarse incluso cuando se equivocaba.

“En la final del 2001 estábamos jugando en Puntarenas contra el Liceo José Martí, un equipo muy fuerte, muy físico, muy aguerrido. En el primer tiempo íbamos perdiendo uno a cero por un bola aérea que a Keylor prácticamente se le cayó y entonces nos anotaron. Al medio tiempo yo no le dije nada, pero él me volvió a ver y me dijo: ‘tranquilo profe, esto yo lo repongo'".

“Yo no imaginé de qué manera lo iba a reponer. La cuestión es que pudimos hacer el empate y después de eso vino una jugada en la que se fue un jugador de Puntarenas solo, remató casi entrando al área y yo no sé cómo, pero Keylor logró sacar esa bola. Después hicimos el segundo y ganamos dos a uno. Esa jugada de él definió el partido, sin esa parada no hubiéramos sido campeones”, recuerda el profe.

A los meses se armó de parte de la Federación Costarricense de Fútbol el programa de selecciones regionales y Fonseca estuvo a cargo de ese proyecto en la zona sur.

Eso marcó el inicio de Navas en el proceso de selección, en el que se mantiene hasta la actualidad.

“Desde ese momento, Keylor tenía una capacidad de decisión que todavía tiene. En los momentos apremiantes él tiene esa capacidad de definir correctamente”, señala Fonseca.

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Aquellos dos títulos ganados con el Liceo Unesco fueron la semilla que sembró en buena tierra una mentalidad ganadora clave en el éxito de Keylor.