A sus 44 años, el exfutbolista de la primera división Kervin Lacey volverá a las canchas, pero no se pondrá los tacos de nuevo, sino que jugará a pata pelada, ya que se incorporó al equipo Sámara ADG de la primera división de fútbol playa.
El exjugador de Saprissa, Sagrada Familia, Limón, Carmelita, Santos de Guápiles, Brujas, Guanacasteca y Ramonense llegó a playa Sámara en Guanacaste con el objetivo de vender rice and beans junto a un amigo, pero el deporte lo volvió a jalar.
A Kervin no le pasaba por la jupa que iba a jugar en el fútbol playa, pero la organización del equipo Sámara ADG y la estructura de la Liga de Fútbol Playa, le llamaron la atención, por lo que le dijo sí a la invitación que le realizó el club de sumarse a sus filas.
“Después del fútbol trabajé en un proyecto del ICE, luego pasé a ayudar en un equipo de fútbol en ligas menores y con todo esto de la pandemia uno tiene que reinventarse así que me vine para Sámara donde un amigo que jugó conmigo en San Ramón y Guanacasteca y nos pusimos a vender rice and beans porque él tiene muchos contactos.
"Todos los fines de semana nos íbamos a la playa a mejenguear y en eso conocimos a varios que estaban con el equipo de Sámara. Me invitaron a formar parte del equipo, lo medité y dije que sí, ahora solo esperamos volver a los entrenamientos tras haber sido aprobado el protocolo”, contó Lacey.
El amigo del que habla Lacey es el ex jugador Dennis Gutiérrez, quien es papá de una de las jugadoras del equipo de fútbol femenino de Sámara y es quien recibe los pedidos del sabroso plato.
Kervin contó a La Teja que la porción la venden tres rojitos y cuando hacen venden entre 25 y 30 unidades.
Al jugador le gustaría que a futuro la venta de rice and beans pueda crecer y constituirse en un negocio formal en algún momento, porque ahora tampoco es que se dedica mucho tiempo a esto.
Lacey manifestó que ha visto varios Mundiales y partidos de fútbol playa, pero sabe que de entrada debe aprenderse las reglas, tener un poco más de técnica y mejorar su condición física.
“Ya me han ido explicando un poco todo y la verdad que es un reto muy interesante para mí, he visto que ha habido otros jugadores de fútbol 11 que pasan por el fútbol playa como Ricardo Harris y Orlando López, así que aquí es entrenando duro para cumplir con las expectativas de los compañeros y del equipo en general. Me siento motivado de regresar al fútbol, solo que en arena”, contó Kervin.
Jugar fútbol playa le recordó al jugar su infancia cuando salía a patear bola con sus amigos en playa Cieneguita en Limón, siendo un niño, nos comentó.
“Uno empieza desde abajo y va creciendo, acá es disfrutar del momento, trabajar y ponernos a tono para jugar fútbol playa. La actitud siempre es aportar”.
Lacey considera que la edad no es una limitante para mover la pecosa en la arena, aunque reconoce que la exigencia en este tipo de terreno es mayor
“Me han comentado de jugadores que tienen más de 40 y no solo a nivel nacional juegan playa, sino también internacionalmente. Yo el gusanito de jugar lo tengo y ahora me toca entrenar fuerte”, finalizó.