El exdelantero Kenneth Vargas encontró en su hijo, llamado igual, una nueva motivación para disfrutar el fútbol.
Desde su retiro, hace ocho años, Huevo se desligó del balompié y veía pocos partidos, pero desde que su muchacho llegó a la primera división, volvió a hacer click con el deporte que tanto lo apasionó alguna vez.
El exdelantero, de 41 años, contó que en su familia se pusieron de acuerdo para ver la mejenga entre Saprissa y Grecia donde su abuela, en Santa Bárbara de Heredia, pues desde el sábado Huevito --como le pusieron a su hijo en honor suyo-- sabía que sería titular ante los morados.
LEA MÁS: Saprissa fue la primera víctima en la cuenta goleadora del hijo de Kenneth Vargas
“Estábamos muy contentos, porque desde que dejé de jugar en mi familia no se había vuelto a sentir una emoción como la de ayer (domingo) y gracias a Kenneth pudimos revivir todo eso.
“Nos reunimos mis tíos, mis primos y gracias a Dios que le fue bien, sabemos que tiene muy buenas condiciones, es un buen muchacho y le va a ir muy bien en el futuro”, dijo el orgulloso tata.
En la actualidad, Kenneth trabaja como agente de ventas para la empresa Bimbo, puesto que desempeña desde hace cinco años. Él vive con su abuelita Ilse y es papá de Kenneth y Kristell, sus dos amores.
Huevo destacó que pese a que poseen características similares, su hijo es más rápido y tiene una mejor definición.
“Al inicio era más como un armador, pero conforme fue creciendo se dieron las condiciones para que se aprovechara más en la parte de arriba. Los dos somos de contextura delgada, rápidos, pero él es más bueno, porque es más frío a la hora de definir, a la hora de estar frente al marco, le llega muy bien”, dijo el exjugador de Saprissa, Santa Bárbara y Herediano.
Con los nervios de punta
Kenneth, de 19 años, debutó el jueves pasado contra el Santos, ingresó de cambio al minuto 80 en sustitución de Álvaro Sánchez y el domingo ante el Monstruo el técnico griego, Gilberto Martínez, le dio la oportunidad de ser titular.
“Antes del partido le dije que estuviera tranquilo, que las primeras bolas las tocara fácil, para que tomara confianza y que hiciera lo de él, que hiciera valer lo que hace en los entrenamientos y le fue muy bien.
“La verdad es que estaba más nervioso que cuando jugaba, tenía sentimientos encontrados. Se nos hizo eterno verlo cuando se acercaba al marco y cuando vimos que la bola iba a entrar sentimos una alegría inmensa. Metió el gol y sentí un desahogo, lloré de la emoción”, comentó.
Mientras que veían el partido, las bromas no podían faltar, sobre todo cuando recordaron que Huevito tendría que enfrentar a Ricardo Blanco, defensor morado que lesionó a su papá en julio del 2010.
En aquella oportunidad, Vargas pasó seis meses sin jugar porque tuvo que ser operado de la rodilla derecha después de un patadón que le propinó Blanco.
“Todo el mundo en la casa estaba pensando en eso, estaban vacilando y diciendo que Dios guarde lo tocara, pero cuando me pasó entendí que fueron situaciones de fútbol y uno está expuesto a ese tipo de jugadas”, destacó.
Vargas dice que su primogénito la viene pulseando desde hace rato y poco a poco se va ganando un espacio en el conjunto de las Panteras.
Kenneth hijo jugó en el equipo del alto rendimiento del Herediano y su ficha le pertenece al Team.
“Las cosas se ganan en los entrenamientos y el entrenador verá si lo pone. A mí no me gusta hablar con los entrenadores, porque las cosas se ganan en la cancha y la verdad él se ganó las cosas y le agradezco al Tuma que le dio la oportunidad de jugar”, manifestó.
Ubicado
Cuando terminó el partido contra los morados, Vargas le envió un mensaje a su hijo.
“Sé que todo el mundo estuvo encima de él y le dije que me sentía muy orgulloso por lo que hizo en el partido y que espero que siga así, con los pies en la tierra y que sé que está para grandes cosas.
“Kenneth está acostumbrado al ambiente, pues creció viéndome jugar en primera y siempre le recordamos que no se debe sentir más que nadie, que debe hacer su trabajo y además, tiene una familia con buenos valores y principios”, destacó.
Kenneth padre aseguró que aún no tiene una camisa de Grecia, pero es probable que pronto la tenga.
“Luego del partido, no lo pude ver porque se fue a su casa a descansar. Él es un buen muchacho, es vicioso para el PlayStation, luego de cada entrenamiento llega a jugar Play, casi ni sale, pasa metido en la casa.
“Por ese lado no me preocupa y en este momento está decidiéndose por cuál carrera cursar en la universidad, le gusta Educación Física, pero aún no ha escogido”.
Aprovechamos la experiencia del exdelantero para que también analizara, brevemente, el torneo local.
“Grecia tiene un buen equipo, pero el torneo está muy parejo. Para mí, el equipo más sobresaliente en este momento es Alajuelense y después de la Liga creo que cualquiera puede clasificar.
“Obviamente mi deseo es que Grecia avance para que mi hijo siga creciendo como jugador”.