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Kenneth Tencio apenas tendrá tiempo para unos tamales en su carrera hacia las Olimpiadas

El subcampeón del mundo UCI BMX Freestyle ha tenido un año espectacular y no quiere aflojar para entrarle con todo al próximo

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Literalmente son muchos obstáculos los que tendrá por delante Kenneth Tencio para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Por eso, luego de quedar subcampeón del mundo UCI BMX Freestyle el pasado 11 de noviembre en Chengdu, China, a “Pollis” si acaso tendrá tiempo para comerse unos tamalitos y pasar con la familia este fin de año.

“Yo pensaba tener dos semanas de vacaciones ahorita recién que regresara de China, pero me puse a pensar que venía Navidad y Año Nuevo, por lo general no paso con mi familia porque me quedo entrenando, entonces esta vez dije, voy a darme solo una semana de descanso y ya el lunes pasado empecé a entrenar, y así entonces voy a tener dos días que me voy a esquivar el entrenamiento más adelante para pasar con mi familia”, confesó Kenneth.

De Tiquicia para el mundo
Kenneth estrenó esta semana junto a Red Bull TV una producción titulada “Kenneth Tencio Biopark”.  El video, realizado por el director francés JC Pieri, se filmó entre Jacó y Orosi en un lapso de una semana, mostrando la rica biodiversidad del país y el impacto que ha tenido en la vida y carrera de “Pollis”. El atleta hace sus trucos entre la naturaleza lo cual los vuelve más espectaculares. Pueden buscarlo en las redes sociales de Red Bull o en el facebook e instagram de Tencio.

“Incluso para esta gira de medios (visitó varios medios de comunicación) fue un medio pleito porque no quería todo el día, quería medio para tener la mañana para entrenar”, agregó Tencio, quien no quiere ceder terreno porque tiene clarísimo que a las olimpiadas va por la medalla de oro.

El próximo evento donde el tico participará es la primera semana de febrero, y se trata del Simple Session en Tallín, Estonia, el más mediático del planeta para los amantes de BMX.

La competencia en suelo chino fue la primera que daba puntos para clasificar a Tokio por lo que es una inyección fuerte de motivación para el costarricense, quien por muy poco se consagra como el mejor del mundo, pero chispas del oficio lo impidieron.

“En clasificatorios uno está como dándole ese tanteo a todo, en semis uno ajusta los trucos grandes y en finales uno dice voy a poner todo esto sobre la mesa, vamos a ver qué uso. En la primera ronda como ya sabía el puntaje y clasifiqué, sabía que esa rutina con ajustes podía ganar, y ya para la última ronda sabía qué tenía que hacer para ganar, pero ya vienen los trucos riesgosos, las cosas que no me dan tanta velocidad para el próximo truco o cosas así, y por eso no los usé en la primera ronda, porque ocupaba asegurarme una buena posición con buen puntaje para Olimpiadas, pero también quería la medalla y el primer lugar; intenté todo, pero tuve una caída que no me dejó continuar, ya con la segunda posición asegurada”, recordó Kenneth.

Dice Tencio que estas competencias son mucho de hacer números, esto para medirse con las dificultades.

“Esto me abrió mucho la mente, me puse a pensar que ha sido un año histórico en mi carrera, nunca había tenido estos resultados”, dijo emocionado.

Un detalle curioso en este tipo de competencias de Pollis es que aprendió a controlar su euforia o su pasividad.

“Yo ya tengo ahí mis palabras para tranquilizarme y todo, porque por ejemplo en esta última estaba muy eufórico y yo sentía la presión, yo me toqué y sí estaba demasiado acelerado, yo empezaba así y el aire a la mitad se me acababa, entonces esperé y me llamaron y como uno siempre tiene ahí unos segunditos para alistarse, yo antes no me habían llamado y ya iba dando pedal con todo pedaleando, pero esta vez esperé, visualicé la rampa, pensé que era lo que iba a hacer y los diecisiete trucos que hice me los aprendí como una canción, entonces me tranquilicé e iba como danzando”, contó Kenneth.

Pollis espera, para finales del año 2019, tener la clasificación a los Juegos en la bolsa.

Siempre le dio duro a la bici

Kenneth tiene 24 años de edad y literalmente la mita de su vida la lleva montado en una cleta.

“Los primeros cinco años fueron duros porque mis papás nunca pudieron ayudarme, siempre me apoyaron porque sabían que yo andaba en buenas cosas, pero comprar la bici siempre era supercaro, entonces trabajaba desde los trece años en el mercado de Cartago en una venta de embutidos, entonces yo mismo me compraba y pagaba las cosas de la bici. Llegó un punto de mi vida, como a los quince años que manejaba todo como un adulto, trabajaba, me compraba mis cosas, iba al colegio y a la vez entrenaba”, recordó.

El ciclista dice que la primera bici le costó como ¢40.000, tuvo que ahorrar como seis meses. Se iba caminando los 4 kilómetros para el cole San Luis Gonzaga y ahorraba los ¢500 que le daban sus padres. Se compró una Optimus.

“Con esa bici que estaba nueva tengo una historia, llegó un muchacho y me dijo que me la cambiaba y la de él era una marca mejor, y como no conocía mucho porque era un chiquito le dije que sí y resulta que la de él estaba quebrada, por alguna razón él después quería el marco de vuelta aunque estaba quebrado, y se me hizo un problema, me decía que me la iba a quitar y yo por miedo como tres meses sin salir de la casa”, dice.

Sin duda ahora la situación es muy diferente, Kenneth tiene una sola bici, pero todos los repuestos a mano, entonces cada vez que algo falla, simplemente lo cambia.

Andrés Mora

Periodista con licenciatura en Comunicación de Mercadeo. Forma parte del equipo de Deportes. En Grupo Nación desde noviembre del 2011.

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