Los saprissistas deben añorar aquellos tiempos en los que un tiro de esquina metía miedo al rival. Antes, por cada cinco córners, Saprissa al menos embocaba uno. Ahora, tienen 27 en dos partidos y apenas celebraron un gol. Una efectividad que da pena, un Monstruo sin pegada.
Contra Alajuelense en el clásico tuvieron 17 tiros de esquina y solo pudieron meterla en la última jugada con una peinadita de Sabin Merino. Este miércoles, ante Puntarenas FC, se apuntaron 10 más y nada de nada.
Hoy por hoy, los córners de Saprissa meten menos miedo que un ataque de caspa en un calvo y José Giacone lo sabe.
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“Tenemos que mejorar en la eficiencia ofensiva porque la generación de ataques está, nos falta el último pase, el último remate, lamentablemente estamos fallando en eso.
“En pelota parada también porque el equipo provoca mucha pelota parada y no las concretamos. Hay una preocupación evidente de buscar la vuelta para salir de esta situación”, expresó Giacone.
La ausencia de Kendall “la Torre” Waston pesa. Entre sanciones y lesiones, el capitán sigue fuera, y sin él, Saprissa pierde su mejor arma en el juego aéreo.
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“Es un jugador preponderante con la pelota parada y en estos momentos no contamos con él, pero igualmente, está la retroalimentación y la autocrítica. Hay que mejorar en la finalización de jugadas”, cerró Giacone.
El Monstruo lo intenta, pero no asusta. Si no encuentran la fórmula, van a seguir tirando córners a la basura.